Las tasas de interés de los créditos hipotecarios en México, cuya disminución constante en los últimos años se convirtió en factor para que millones de familias adquirieran una vivienda, parecen haber tocado fondo al alcanzar niveles históricamente bajos, aseguró el servicio de estudios económicos del grupo BBVA, controlador de Bancomer.

El auge del mercado inmobiliario de la década anterior parece haber terminado, pero los agentes económicos siguen haciendo esfuerzos por mantener la dinámica del mercado hipotecario, agregó. BBVA consideró que un nuevo impulso a la compra de vivienda deberá llegar por el lado de un incremento en el empleo y las remuneraciones, una vez que se espera poca disminución en el costo de los créditos por una baja en el riesgo de incumplimiento o reducciones adicionales en las tasas de interés.

La demanda de vivienda en México ha estado asociada incorrectamente a las necesidades de habitación, independientemente de si los consumidores identificados con tal necesidad desean y están en condiciones de comprar una, planteó BBVA. En cambio, argumentó, la demanda está relacionada con las condiciones de precio –en el que las tasas de interés son un componente básico– e ingreso como principales conductores de la demanda por crédito hipotecario para obtener una vivienda.

El saldo de la cartera vigente de créditos hipotecarios otorgados por la banca comercial (sin incluir organismos públicos de vivienda) alcanzó 487 mil 838 millones de pesos en marzo pasado. Esa cantidad supera en 301 por ciento a la registrada en 2003, lo que representa que en la última década el crédito bancario a la vivienda se expandió a una tasa promedio de 30 por ciento anual, reflejan estadísticas del Banco de México.

El aumento del crédito hipotecario se debe a una mayor demanda impulsada por los institutos públicos de vivienda que inició desde la década anterior, pero también se impulsó por la mejora en las condiciones crediticias que ha ofrecido la banca, apuntó BBVA. Estas condiciones favorables están relacionadas con la estabilidad macroeconómica –la inflación y las tasas de interés de referencia han disminuido consistentemente– como al incremento de la competencia entre bancos por captar más clientes, refirió.

Las tasas de interés para créditos hipotecarios que ofrece la banca han pasado de más de 11 por ciento a casi 10 por ciento en promedio para el sistema, aunque actualmente hay también productos específicos con tasas menores a 9 por ciento, abundó. Existen créditos a pagar hasta en 20 años y el financiamiento concedido es en promedio equivalente a 70 por ciento del valor del inmueble a comprar.

“El auge del mercado inmobiliario de la década anterior parece haber terminado, pero los agentes económicos siguen haciendo esfuerzos por mantener la dinámica del mercado hipotecario. Las condiciones macroeconómicas favorecen el crédito; la tasa de referencia del Banco de México recientemente ha tenido ajustes a la baja, lo que disminuye parcialmente el costo del crédito.

Otro componente relevante en la definición del precio de los créditos hipotecarios es el riesgo, el cual parece ya haber tocado fondo y recientemente comienza a incrementarse. Esto, junto con una mayor competencia entre bancos, ha propiciado la mejora en las condiciones de crédito, donde el indicador líder, el precio o tasa de interés, ha disminuido cada año para todos los segmentos del mercado”, comentó.

Las menores tasas de interés que cobra la banca, agregó, son resultado también de menores riesgos de incumplimiento por parte de los usuarios de los préstamos hipotecarios.

Desde la perspectiva del precio, es decir, de la tasa de interés, la demanda difícilmente tendrá mayor impulso, consideró. Las tasas de interés de los créditos hipotecarios parecen haber tocado fondo al alcanzar niveles históricamente bajos. La tasa de referencia del Banco de México se encuentra actualmente en su límite más bajo, y con la expectativa de que para el año 2015 suba. En este mismo sentido, el riesgo de los acreditados ha abandonado su tendencia a la baja y en algunos casos se ha incrementado. La bonanza del crédito hipotecario continuará durante el 2014 y probablemente parte del 2015. Las tasas y plazos continuarán favoreciendo el crédito, pero un nuevo impulso a la demanda tendría que venir del lado del ingreso de los potenciales usuarios, lo que significa mayores niveles de empleo y en trabajos mejor remunerados, añadió.