El Museo del Palacio de Bellas Artes dedica magna exposición al pintor y poeta
La muestra El sentido de la creación reúne 85 trabajos, entre pintura, dibujo y obra muralística
Estudiar el cuerpo humano es una constante en su quehacer, dice la curadora Mireida Velázquez
Sábado 17 de mayo de 2014, p. 2
El pintor duranguense Ángel Zárraga (1886-1946) es el protagonista de una exposición de 85 piezas, entre pintura, dibujo y obra mural, organizada por el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Ángel Zárraga: el sentido de la creación es la primera gran muestra del también poeta en varias décadas, inaugurada hace unos días, entre cuyas finalidades está revisar el papel del personaje como muralista.
En el inicio del movimiento del muralismo mexicano en los años 20 del siglo pasado Zárraga, entonces radicado en Europa –allí vivió 37 años–, fue invitado para acompañar a los demás artistas en la realización de murales en espacios públicos. Si no lo hizo fue porque en ese momento precisamente creaba obras de esa naturaleza para espacios en Francia, expresa Miguel Fernández, director del Museo del Palacio de Bellas Artes.
La falta de postura política en su obra y su religiosidad, sin embargo, no concordaban con el nuevo movimiento plástico. Mireida Velázquez –curadora de la exhibición, junto con Claudia Garay–, explica que “hay movimientos plásticos en México que tuvieron mucho peso político y predominancia porque eran parte de una política cultural.
En Zárraga hay cuestiones que no forman parte de esa necesidad que hay de consumo de arte en el momento en el país. La pintura al óleo, sobre todo, los retratos, son un punto bastante criticable para los llamados Tres Grandes. Pero Zárraga siguió pintando retrato y naturaleza muerta
. Una constante que define su obra es el estudio del cuerpo humano.
Complejidad y perfección
La exposición Ángel Zárraga: el sentido de la creación se divide en tres núcleos temáticos. En el tercero, El otro muralismo: más allá de la perspectiva nacionalista, se exhiben por vez primera juntos aquí los 18 paneles/murales que Zárraga pintó para la embajada de México en París, producto de su relación y amistad con el diplomático Alberto J. Pani, quien había sido secretario de Relaciones Exteriores. Incluso Pani aportó ideas para los paneles como el origen de México, las perturbaciones de la naturaleza en el crecimiento del país y la amistad hacia Francia, apunta Miguel Fernández.
Los otros dos núcleos temáticos son Diálogos de la creación: aprendizaje y cultura en Europa y El cuerpo: la perfección entre lo humano y lo divino. En el primero, se incluyen obras de algunos artistas españoles, como Julio Romero de Torres, Joaquín Sorolla e Ignacio Zuluaga, con quienes Zárraga convivió en sus inicios en Europa, a donde llegó en 1904 en plan de estudios.
También se incluyen obras cubistas de Juan Gris y Diego Rivera, ya que a principios del siglo pasado Zárraga cultivó dicha modalidad como un medio para aprender sobre la luz, el color y las formas
, indica Mireida Velázquez. En la sección relacionada con el cuerpo, se exhiben los cuadros que pintó alusivos al futbol soccer y el rugby.
La muestra propone mostrar el desarrollo estilístico, temático y técnico de Zárraga, a la vez que presentarlo como un artista complejo, preocupado por perfeccionarse en la representación pictórica, pero también un hombre en constante evolución
.
Zárraga no es un artista de moda, sino uno que estudia, que siempre está preocupado sobre todo por representar el cuerpo humano
, agrega la curadora.