Integrantes de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala Movimiento Nacional (CNPA-MN), del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) y del Frente Indígena y Campesino de México (Ficam) pidieron la intervención del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos con el propósito de que se acelere la investigación relacionada con el asesinato de los defensores de derechos humanos Bety Cariño y Jyri Jaakkola, ocurrido el 27 de abril de 2010, cuando se dirigían a San Juan Copala, Oaxaca, en una caravana humanitaria.

El grupo, encabezado por Francisco Jiménez Pablo, dirigente de la CNPA-MN, realizó ayer un plantón afuera de las instalaciones de la ONU en la ciudad de México, en la colonia Polanco. “Estamos aquí porque después de 15 días de la huelga de hambre que sostienen seis personas afuera de las oficinas de la Procuraduría General de la República, para exigir se detenga a los culpables de los asesinatos de ambos luchadores sociales, no hay respuesta a la demanda de justicia.

Nuestros compañeros, dijo Jiménez Pablo, están arriesgando su vida para exigir el acceso a la justicia, algo a lo que constitucionalmente tenemos derecho. El gobierno se ha negado a aplicar medidas de solución que permitan el levantamiento de la huelga de hambre, señaló.

El grupo demandó al organismo de la ONU y a la Secretaría de Gobernación que actúen junto con las agrupaciones defensoras de derechos humanos para terminar con la impunidad en el caso de Bety Cariño, quien era directora del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos, y del finlandés Jyri Jaakkola.