El Consejo Nacional de Productores de Arroz de México asentó que la Secretaría de Economía no muestra voluntad política para defender a los agricultores mexicanos; a año y medio de la petición de los agricultores para que se impongan aranceles a las importaciones del cereal asiático, siguen entrando al mercado más de 800 mil toneladas a 140 dólares cada una por debajo de los precios vigentes en los mercados internacionales.

Alejandro Díaz Hartz sostuvo que los productores agotarán las vías del diálogo, pero si no hay una señal en esta semana, la próxima se iniciarán acciones –no especificó cuáles– en defensa de la producción nacional. Están en riesgo miles de empleos de los que dependen 25 mil familias y la desaparición de la producción mexicana de arroz, cuya superficie se ha reducido en 87 por ciento en 25 años.

Además, dijo, hay productores de caña de azúcar que ante la incertidumbre en esa rama productiva por la demanda de la American Sugar Coalition contra las exportaciones del dulce mexicano a Estados Unidos, ven en la siembra del arroz una alternativa, pero ¿cómo les vamos decir que nosotros (los arroceros) estamos peor que ellos?

Díaz Hartz aseguró que en dicho lapso los productores han presentado a la Secretaría de Economía los argumentos para que se impongan aranceles a las importaciones de arroz proveniente de Pakistán, Vietnam y Tailandia, pero no hay respuesta de su titular, Ildefonso Guajardo. La aplicación de aranceles es la medida más viable y menos costosa. Los apoyos a los agricultores mexicanos son buenos, pero eso no ayuda a resolver la problemática; necesitamos programas bien definidos para elevar la productividad, tener buenos precios internos y eliminar las competencias desleales, apuntó.

Respecto de la suspensión de las siembras de arroz en el ciclo primavera verano, Díaz Hartz expuso que es una de las alternativas de lucha, lo que dejará sin uso casi 33 mil hectáreas en 13 estados, entre ellos Michoacán, Nayarit y Campeche, donde se obtienen volúmenes de producción que rebasan las 30 mil toneladas.

Las importaciones de arroz asiático sin arancel serán la puntilla a la producción nacional y México será dependiente total del extranjero; esto dañará la soberanía alimentaria del país y agudizará los problemas de alimentación de millones de mexicanos, acotó.