Miércoles 14 de mayo de 2014, p. 29
Washington. Una ejecución prevista para ayer en Texas, dos semanas después de la polémica muerte de un condenado en Oklahoma tras una larga agonía, fue suspendida a último momento por una corte de apelaciones para que se pueda demostrar la discapacidad mental del acusado. La ejecución de Robert James Campbell, programada mediante inyección letal en la prisión de Huntsville, fue suspendida
el tiempo necesario para que se pueda demostrar la discapacidad mental que padece el condenado, según sus abogados. La Constitución establece que en caso de padecer una incapacidad mental el acusado no puede ser condenado a muerte, señalaron los tres jueces del tribunal al dar a conocer el fallo.