Sao Paulo, 13 de mayo.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que las protestas estarán permitidas durante el Mundial, pero que las fuerzas de seguridad impedirán cualquier acto de vandalismo que pueda dañar el torneo en la segunda ciudad más grande de Brasil, Río de Janeiro. Por su parte, los conductores de autobuses comenzaron una huelga de 48 horas, en reclamo de un aumento salarial, obligando a cientos de miles de pasajeros a buscar medios alternativos para llegar a sus centros de trabajo y escuelas.

El hecho renovó los temores sobre el transporte público y la seguridad en Río y las otras 11 ciudades que serán sedes de los partidos de la Copa del Mundo, que comienza el 12 de junio.

La semana pasada, los conductores de autobuses en Río realizaron un paro de 24 horas y amenazaron con nuevas medidas de fuerza si no se cumplen sus demandas, como un aumento salarial de 40 por ciento.

La cámara que congrega a las compañías de transporte, Río Onibus, dijo que más de 70 autobuses fueron dañados por huelguistas que arrojaban piedras. Los manifestantes también han paralizado el tráfico con barricadas y protestas. La semana pasada más de 300 autobuses fueron dañados.

La policía dijo que seis personas fueron arrestadas y otras dos fueron detenidas por intentar detener los camiones manejados por conductores no huelguistas.

El jefe de prensa de Río Onibus, Alexandre Almeida, dijo que la huelga impidió que circulara 84 por ciento de los cerca de 9 mil autobuses de la ciudad. Aproximadamente 1.9 millones de personas utilizan estos autobuses todos los días.

En otro frente, la presidenta de Brasil declaró: “El que quiera manifestarse puede hacerlo, pero sin perjudicar la Copa. Brasil es un país democrático, si las personas quieren protestar, pueden hacerlo, pero democracia no significa vandalismo ni perjuicio para el conjunto de la población.

Durante una visita al estado de Ceará, la mandataria se mostró firme respecto de las garantías de seguridad que ofrece su país, en medio de la cautela de algunas naciones que han recomendado a sus ciudadanos que tomen precauciones durante su visita a Brasil para el certamen.

Una conjunción de fuerzas, incluyendo la Policía Federal, la Militar y las Fuerzas Armadas garantizará la seguridad en la Copa, afirmó Rousseff.

Sobre la actitud negativa de una parte de la población y de la prensa extranjera hacia el estado de las infraestructuras necesarias para albergar el Mundial, la presidenta se mostró decepcionada.

Me parece lamentable cuando se visita el aeropuerto de Guarulhos (Sao Paulo) y, por ejemplo, se repara en una gota de agua. Es una obra excepcional. Encuentro esas actitudes de una mala voluntad terrible hacia el país, lamentó .

Tras finalizar el pasado viernes una gira de más de dos años por los 12 estadios mundialistas, la mandataria se mostró optimista sobre el desarrollo de la competición: Los estadios están encaminados, los aeropuertos, también. Creo que la Copa tiene todas las condiciones para ser un éxito.

Por otra parte, las casas de apuestas empiezan a exhibir sus tendencias a un mes del torneo de Brasil, donde el equipo local es al que más posibilidades le otorgan para ganar el título, con ventaja de 3 a 1. Argentina y Alemania figuran en segundo lugar, mientras en cuarto puesto está España, actual campeón.