A poco más de una década de su creación, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) debe desmontar la imagen que se tiene de una institución sin credibilidad y sumida en grave crisis, alertaron especialistas tras recordar que hubo funcionarios que enfrentaron acusaciones de malos manejos y falta de pulcritud en el desempeño de sus funciones.

El organismo no sólo arrastra las acusaciones de pereza e indolencia por su aún comisionado presidente Gerardo Laveaga Rendón –quien aseguró estar totalmente satisfecho de su paso por el instituto– lanzadas por el comisionado Ángel Trinidad Zaldivar durante la sesión en la que el primero tomó posesión del cargo en enero de 2013.

La crisis interna del organismo se agudizó el año pasado tras darse a conocer una investigación contra la comisionada Sifrig Artz Colunga por presunto conflicto de intereses.

A esto se suma la investigación de la Auditoría Superior de la Federación por la compra del nuevo edificio del Ifai, al haber incrementado su costo en 193 millones de pesos.

Las comisionadas María Elena Pérez Jaén y Artz Colunga también enfrentaron señalamientos por sus múltiples viajes al extranjero y a diversos puntos del territorio nacional.

Institución sin rezago

Al respecto, Laveaga Rendón, quien para llegar a la presidencia del Ifai debió votar por sí mismo en el proceso de sucesión de Peschard, insistió en que dejará una institución sin rezago en la atención de requerimientos de transparencia, y reiteró que el que alguien le grite a otro y lo increpe no es crisis, en todo caso una falta de respeto.

En entrevista, Javier Esteinou Madrid, experto en transparencia y derecho a la información de la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó que si bien el organismo autónomo ha sido clave para consolidar los procesos de transparencia y el fortalecimiento de la democracia, es necesario evitar que vuelva a caer en las crisis que ha enfrentado, como algunos abusos de sus funcionarios, advirtió.

Irma Eréndira Sandoval, especialista en transparencia de la UNAM, comentó que el Ifai ha seguido una tendencia a la desconfianza ciudadana, y que quizá nos lleve a niveles de simulación y opacidad aún mayores que los que empezaron a gestarse desde los tiempos de Alonso Lujambio, donde hubo un parteaguas muy claro con ese Ifai que se venía construyendo y que con mucho trabajo fue tratando de abrir brecha.