Cuernavaca, Mor., 7 de mayo.

Alumnos y trabajadores de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) –los organizadores calcularon más de 20 mil– marcharon por segundo día consecutivo en esta ciudad para demandar el esclarecimiento y castigo a los culpables del asesinato del director de la Escuela de Trabajo Social, Alejandro Chao Barona, y de su esposa, Sara Robledo Rojas, localizados muertos el lunes en su domicilio, ubicado a dos calles de la Fiscalía General del Estado (FGE).

En el Zócalo de esta ciudad, el rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, emplazó a los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como a los ayuntamientos del estado, a sostener ‘‘un diálogo abierto, democrático y participativo’’ el próximo jueves 15 de mayo, a las 10 horas, en el auditorio Emiliano Zapata Salazar, ubicado en el campus Norte-Chamilpa de la institución, para que de manera urgente la universidad y actores sociales y políticos del estado encuentren ‘‘caminos que conduzcan al restablecimiento de la paz y la justicia’’.

Esta descomposición social grave que se viene arrastrando desde hace años, agregó el académico, ha provocado que cada vez aumenten la inseguridad, la violencia y la impunidad. Por eso, la UAEM debe ser la que convoque a los actores políticos y sociales a parar esta ola de asesinatos, de secuestros, de extorsiones y de asaltos que cada vez dañan a más familias, sin que ninguna autoridad haga algo para evitarlo. El rector atribuyó el aumento de la violencia directa a la violencia estructural y la violencia cultural que hay en Morelos y en el país.

Tanto Vera Jiménez como el maestro en sicología Enrique Álvarez subrayaron que resulta indignante que las autoridades locales no puedan garantizar la seguridad y justicia a sus gobernados; tampoco se respeta el derecho a la vida y a convivir en paz, con justicia y dignidad.

Vestidos de blanco y con un moño negro en la ropa, igual que lo hicieron el martes, los universitarios salieron a las 10:30 horas de ciudad universitaria rumbo al zócalo de Cuernavaca para exigir al gobernador y los demás poderes que paren esta violencia e inseguridad que sufren a diario.

La primera parada fue frente a la 24 Zona Militar, la segunda en la FGE y la tercera ante el Congreso local. Concluyeron en el zócalo. En cada sitio manifestaron su coraje e indignación por el asesinato del investigador y de su esposa.

Los manifestantes dijeron que ya no se puede vivir así, con tanta violencia e inseguridad, y criticaron al gobernador Graco Ramírez, al edil de Cuernavaca, Jorge Morales Barud, e incluso al presidente Enrique Peña Nieto, así como a los titulares de los poderes Legislativo y Judicial, quienes, todos, son cada vez más incapaces y omisos al no cumplir ni sus funciones básicas contempladas en las constituciones del país y estatal.

El rector y otros directivos universitarios, además del dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia, colocaron piedras, flores y veladoras en la ofrenda que está enfrente del palacio de gobierno, pues ‘‘ni las piedras con las que mataron a Alejandro Chao Barona y a su esposa van a silenciar sus voces’’. Como colofón, la banda de Tlayacapan interpretó Las golondrinas. El mitin concluyó a las 14 horas.

Por su parte, el gobierno del estado informó que ubicó a tres ex trabajadores de Alejandro Chao como presuntos responsables del asesinato del investigador y de su esposa; dijo que se trató de ‘‘un robo’’, aunque el rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, no acepta esta hipótesis porque los criminales, dice, sólo se llevaron sus teléfonos celulares.

En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos radicó la queja 304/2014-2, en relación con este doble homicidio. La visitadora Perla Bahena informó que el director de Investigación y Procesos Penales de la Fiscalía Regional Metropolitana, Ricardo Flores Delgado, le informó que están detenidos Arturo N, de 16 años; Juan Carlos N, de 18, y Marco Antonio N, de 22 años de edad, pero que esas tres personas están detenidas por tráfico de drogas al menudeo, no por el doble asesinato.