l excepcional cronista de futbol Ángel Fernández le tocó sufrir pegado al micrófono la derrota que en el Mundial de Argentina 1978 sufrió el Tri a manos de los alemanes. Seis a cero fue el grosero marcador.

Aquella tarde todo el equipo nacional hacía agua en la cancha de Mendoza y un atribulado defensor mexicano, Jesús Martínez (a quien apodaban Palillo y jugaba en el América), no sabía ni por dónde pasaban las gacelas alemanas.

“Que alguien llame a la casa del joven Palillo Martínez para avisar que aún vive… porque aquí está perdido”, describió el cronista.

La cita viene a colación porque alguien habría de asumirse cronista de lo que acontece en Michoacán para implorar que se llame a las familias de los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional y se les informe que, aunque aún vive, sus parientes están perdidos. Que alguien busque a César Camacho para informarle que la barcaza tricolor en Michoacán se hunde, que no hay capitán ni tripulación. ¿O será cierto lo que dicen panistas y perredistas, que el asunto electoral aquí ya es de dos: de ellos dos?

Siguiendo con las citas futboleras, todos recordaremos que cuando el Tri dirigido por Chepo de la Torre puso en riesgo el millonario negocio que significa la clasificación a un Mundial, todos los involucrados se pusieron de acuerdo y nombraron al Piojo Herrera entrenador nacional, pues había que asegurar a como diera lugar el pasaporte a Brasil.

Parece que ni priístas ni panistas se ven en ese ejemplo. Unos andan perdidos y los otros de la greña, entre acusaciones que sin duda les restarán simpatías.

No es que uno piense que pudieran ver como negocio la gubernatura de Michoacán, próximamente en disputa. ¡Para nada! El caso de los dueños del balón y el Piojo es sólo un ejemplo, que pudiera servirles, de que cuando se tiene un objetivo claro las ideas también pueden ser más claras. ¿Acaso tendrán objetivos claros?

¿Dónde quedan los perredistas? Para sorpresa de todos, la mayoría están alineados y dan por segura la candidatura de Silvano Aureoles, que sería algo así como su Piojo salvador.

Así se mueven las aguas a unos meses del arranque del proceso electoral de 2015.

Para cerrar, recordaremos a otro maestro del periodismo deportivo, Fernando Marcos, quien concluiría con su editorial en cuatro palabras: Hoy, nada para nadie.