Con motivo de la Semana Mundial de las Inmunodeficiencias, que se conmemora del 22 al 29 de abril, el Instituto Nacional de Pediatría (INP) y la Fundación Mexicana para Niños y Niñas con Inmunodeficiencias Primarias (Fumeni) alertaron sobre la importancia de detectar de forma temprana estos padecimientos que afectan a uno de cada 500 recién nacidos, de los cuales sólo la tercera parte recibe tratamiento.

En conferencia de prensa, Alejandro Serrano Sierra, director general del INP, y Francisco Espinosa Rosales, jefe de la Unidad de Inmunología Clínica y Alergia de dicho instituto y presidente de la Fumeni, precisaron que las formas más graves de inmunodeficiencias primarias se presentan en uno de cada 8 mil niños y que en ocho de cada 10 menores las inmunodeficiencias se manifiestan antes de los cinco años de edad.

Es un defecto genético heredado del sistema inmunológico. Esto hace que como enfermedades, en pediatría, sean más comunes que las leucemias y linfomas juntos. Las formas graves son menos comunes, pero no dejan de ser frecuentes, y son potencialmente letales. Ocurren en uno de cada 8 mil niños que nacen, es decir, nacen entre 300 y 400 niños cada año con forma grave de este tipo, desafortunadamente sólo se diagnostica una tercera parte de los afectados por estas enfermedades. Por eso desde hace cuatro años se creó esta iniciativa global de establecer una semana mundial para llamar la atención sobre el problema.

Agregó que debido a que estos males son más comunes de lo que se piensa, se debe valorar la importancia de estas enfermedades para diagnosticarlas y tratarlas con oportunidad.

El inmunólogo dijo que se debe sospechar que un niño tiene inmunodeficiencias primarias cuando padece infecciones más frecuentes de lo común, las cuales se complican de manera inesperada y en ocasiones derivan en infecciones más graves debido a gérmenes que a la población en general no le afectarían.

Por ejemplo, si se presentan infecciones respiratorias, neumonías, úlceras orales, abscesos recurrentes, una neumonía o meningitis, osteomielitis o una infección profunda en algún órgano abdominal, debe pensarse en la posibilidad de inmunodeficiencia primaria.

Del tratamiento, Espinosa Rosales aseguró que las inmunoglobulinas están en el cuadro básico del sistema de salud y que los trasplantes de células progenitoras también. Apuntó que de igual forma algunos pacientes requieren antibióticos profilácticos.