Colombia despidió este martes a su premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, fallecido el pasado jueves en México.

Bajo la fuerte lluvia que caía sobre el centro de la capital, el adiós a Gabo en su patria tuvo como escenario la Catedral de Bogotá. El acto solemne se inició poco después del mediodía con la entrada al recinto del presidente Juan Manuel Santos, acompañado por su esposa María Clemencia y dos de sus hijos, mientras sonaba la música con la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.

El arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar, dirigió unas oraciones y, en adelante, además de las palabras de Santos, el protagonismo del acto recayó en la música que tanto disfrutó en vida escritor, reportó la agencia Afp.

Caracol Radio aclaró a su audiencia que no se trataba de una misa y que una vez terminado el acto en la catedral, los honores a García Márquez continuarían en la explanada con vallenatos intepretados por muchos de los músicos que lo acompañaron cuando ganó el Nobel.

En la catedral, los integrantes de la orquesta llevaban mariposas amarillas prendidas en los sobrios trajes negros, así como en los atriles. Interpretaron como pieza central el Requiem, de Wolfgang Amadeus Mozart, así como piezas corales.

El pasillo de acceso al recinto fue adornado con rosas amarillas, a modo de guiño para el autor, que las consideraba de buena suerte y parte del rito ineludible para sentarse a escribir cada mañana. Arreglos florales de ese mismo color adornaron el altar principal.

Centenares hacen fila

Ministros y algunos ex presidentes colombianos, como Belisario Betancur, César Gaviria y Ernesto Samper. asistieron al acto fúnebre, al que también tuvieron acceso algunas de los cientos de personas que hicieron fila a las afueras del templo desde la mañana.

Al término del Requiem, el presidente Santos dijo en un breve discurso que el escritor ha sido el compatriota que más alto ha llevado el nombre de nuestro país y hoy nos reunimos todos en esta catedral para rendirle el tributo de nuestro afecto.

Destacó que Gabo siempre quiso una Colombia en paz y agregó que en su memoria no vamos a claudicar en esa tarea.

Todos los presentes ofrecieron al escritor un minuto de aplausos de pie.

El acto culminó con la orquesta tocando uno de los géneros musicales preferidos de Gabo, el vallenato Una casa en el aire, de Rafael Escalona, amigo del colombiano. En la plaza se instalaron tres pantallas gigantes para que las personas que no pudieron entrar a la catedral, no se perdieran el homenaje, reportó Ap.

Vine porque soy una persona que reconoce lo que hizo por Colombia, dijo a la Afp Fernando Rodríguez, un contador de 55 años, que aguardaba a las puertas de la catedral.

Este homenaje es el primero de una serie de reconocimientos que se harán a Gabo por todo su país natal y así honrar al más admirado y querido de los colombianos, como lo llamó el presidente Santos el día de su fallecimiento, a los 87 años.

No todas las personas estuvieron de acuerdo en que el homenaje se realizara en la catedral, debido a que el Nobel no era conocido practicante: “Es un triste homenaje hoy a Gabo, él odiaba los actos religiosos; el concierto debió ser en la plaza Bolívar para que las personas se unten de Gabo”, dijo Ivonne Alonso de 25 años, investigadora de literatura en la Universidad Nacional de Bogotá, a la Ap.

Después de esa ceremonia solemne, este miércoles, Día Internacional del Libro, se realizará en Colombia una lectura masiva de El coronel no tiene quien le escriba en más de mil bibliotecas públicas, escuelas y parques.

Durante la Feria del Libro de Bogotá, que se iniciará la próxima semana, también se rendirá homenaje al fallecido escritor con la exposición de algunas obras de su biblioteca que había donado al gobierno colombiano, con la finalidad de que sus compatriotas conozcan qué le gustaba leer a Gabo.

A este tributo no asistieron la viuda del escritor, Mercedes Barcha, ni sus hijos Rodrigo y Gonzalo, pero las autoridades informaron de la presencia de familiares más lejanos de García Márquez que habitan en la costa caribe colombiana, principalmente en Cartagena y Barranquilla.

Tampoco participaron las hermanas de García Márquez, Aída y Ligia, la cuarta y la quinta de 15 hermanos, pues debido a su edad no pudieron viajar desde su casa de Barranquilla.

Reclaman sus cenizas

Al salir de la catedral, los asistentes fueron sorprendidos por el revoloteo de mariposas amarillas de papel que lanzó una máquina.

Aunque García Márquez vivía desde hace décadas en la ciudad de México, también tiene una casa en Cartagena en la que con frecuencia pasaba temporadas. Su última visita al país, hace ya casi un año, fue precisamente para estar unos días en esa casa, donde se armaban festivas tertulias y hasta parrandas vallenatas.

En tanto, Colombia sigue a la expectativa de la decisión de la familia sobre el destino final de las cenizas de Gabo.

Los restos podrían dividirse entre México y algún lugar de su país, como su natal Aracataca, cuyos habitantes también celebraron el lunes un funeral simbólico a la memoria de quien convirtió a ese humilde pueblo en el legendario Macondo.

“Ellos saben perfectamente que a los colombianos nos gustaría tener sus cenizas. Gabo era más colombiano que muchos colombianos, pero es algo que respetamos a la familia”, dijo el martes Santos, en una entrevista concedida al canal CNN en español. Respecto de la difícil relación de García Márquez con Colombia, pues dejó su país con el sabor amargo de haber sido acusado de apoyar a la extinta guerrilla nacionalista M-19, Santos destacó en los días recientes el trabajo que el escritor hizo por impulsar los diálogos de paz en su país.

“Se equivocan quienes dicen que Gabo le dio la espalda a Aracataca y a Colombia”, aseguró el mandatario.

Caracol Radio informó que en breve el gobierno colombiano anunciará la convocatoria al Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, el cual tendrá un monto de 100 mil dólares aportados en su totalidad por el Ministerio de Cultura.