Opinión
Ver día anteriorDomingo 20 de abril de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Domingo de Resurrección
H

oy es un día importante para los cristianos, ya que se conmemora la resurrección de Jesucristo después de la crucifixión. De acuerdo con la Biblia, va al encuentro con sus apóstoles y luego sube hacia el cielo. Significa la finalización de la Semana Santa.

También se le conoce como domingo de Pascua por la tradición de los huevos decorados que se esconden para diversión de los niños y que no tienen ninguna relación con la resurrección. Parece ser que con el fin de que el cristianismo atrajera a los no cristianos, la antigua Iglesia católica mezcló la celebración de la resurrección de Jesús con las celebraciones rituales de fertilidad de la primavera. Estos tienen que ver con la fecundidad y son la fuente de los huevos y el conejo.

La costumbre se inició en Alemania y hay diversas historias sobre su origen. Una de ellas cuenta que una mujer solía pintar huevos para sus hijos en la Pascua. En una ocasión decidió esconderlos en el jardín en pequeños nidos; cuando los niños encontraron los huevos, un conejo saltó del nido. Los infantes pensaron que el animal les había traído los huevos y así se inició la leyenda.

Una teoría más elaborada cuenta que tiene sus raíces en la cultura germánica antes del cristianismo. En esa época la coneja, por su gran capacidad reproductora, simbolizaba a la diosa Ostara, la de la fertilidad, a quien se le consagraba el mes de abril por el inicio de la primavera. De hecho, la palabra Easter, que significa Pascua en inglés, se deriva del nombre de Ostara, la diosa pagana.

La tradición fue llevada a Estados Unidos por los inmigrantes alemanes, que arribaron durante el siglo XVIII al enclave holandés, que habría de convertirse en Nueva York. Aquí hemos copiado muchas costumbres sajonas: el árbol de navidad, halloween y ya adoptamos los huevos de pascua.

Tristemente hemos ido perdiendo una de nuestras más bellas tradiciones de Semana Santa: el altar de Dolores, que se colocaba el Viernes Santo. En alguna ocasión transcribimos la descripción que reseña Antonio García Cubas, el notable cronista decimonónico. Vamos a recordar unos fragmentos.

“Unos días antes se untaban con agua de semillas de chía objetos de barro de graciosas formas, que el día del festejo estarían recubiertas de un fina pelusilla verde. El día señalado, la actividad comenzaba muy temprano por la mañana, en que se acudía al desembarcadero de Roldán, en el corazón del barrio de la Merced, a comprar las flores que traían en sus canoas los productores de Iztacalco, San Juanico y Santa Anita.

“De regreso en casa, se colocaba una mesa y se apilaban cajones de madera de distintos tamaños, con el fin de crear gradas. En la pared clavaban una tela blanca... de la cual se colgaba un cuadro de la Virgen y encima un crucifijo. El improvisado altar se cubría con lienzos blancos adornados con moños y listones de colores. En la colocación del altar solía participar toda la familia; algunos se ocupaban de dorar naranjas y formar banderitas con popotes y hojillas de plata y oro volador, otros en hacer las aguas de colores con las que se llenaban copas, botellones y cuantos vasos de cristal había disponible.

Con todo listo se iniciaba la decoración, en la que desempeñaban papel importante grandes velas de cera, adornadas con las banderitas de plata y oro volador... Iban ocupando su lugar el barro con su linda cubierta de chía en germinación y las naranjas doradas, los recipientes de aguas de colores, las flores y lamparitas de aceite que hacían reverberar con brillantes destellos los coloridos líquidos. Como remate, al pie del altar se formaba un tapete de semillas de salvado, al que se le dibujaban elaboradas figuras y se adornaba con pétalos de rosa.

Se acabó el espacio, así que sólo queda recordar los platillos típicos de esta temporada: caldo de habas con su chorrito de aceite de oliva, trocitos de pan dorado y rajitas de chile guajillo. Indispensables los romeritos con tortitas de camarón y un rico pescado frito.