El anuncio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) en torno a la garantía de seriedad de los interesados en participar por la concesión de dos cadenas televisivas es una pésima señal para la sociedad de lo que habrá de ser en los próximos meses el proceso de licitación, porque carga los dados a probables ofertantes que gozan de cabal salud en su relación con el gobierno federal, y coloca en vilo el interés de empresarios y de la sociedad civil, que podrían competir en televisión con un alto grado de calidad en contenidos, de los que hoy se carece.

Roberto López Suárez y Carlos Reyes Gámiz, diputados del PRD, coincidieron en que el organismo encargado de mantener el equilibrio en el ámbito de las telecomunicaciones no contribuye a la seriedad que la mayoría de los mexicanos espera en un tema tan sensible.

Por otra parte, la presidenta de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Senado, la perredista Alejandra Barrales, sostuvo que desde el 9 de diciembre pasado el Congreso está en falta, porque desde esa fecha venció el plazo para que aprobara las reformas secundarias en materia de telecomunicaciones.

Por ello, abundó, ahora que el Ifetel publicó la licitación para dos cadenas de televisión no cuenta con reglas claras ni precisas para otorgar las concesiones, por ello lo mejor hubiera sido que los comisionados se hubieran esperado a que el Congreso aprobara las leyes secundarias.

Se inhibe a pequeñas empresas

El diputado López Suárez consideró que el instituto pretende evitar la especulación durante el proceso, pero lo que genera es la formación de un nuevo monopolio; hay gran contradicción porque se inhibe la participación de pequeñas empresas, y se alienta a que los empresarios del sector no tengan límite.

Las grandes empresas generarán prestanombres, ya lo hemos visto en este país: las mafias crean empresas de la noche a la mañana, por medio de triangulaciones fantasma, con objeto de proteger los grandes intereses que poseen los poderes fácticos. Todo esto desde ahora se convierte en una farsa.

El vocero de la fracción parlamentaria perredistas en San Lázaro, Carlos Reyes Gámiz, expuso que el Ifetel se adentró en un juego de cartas marcadas porque las condiciones económicas que impuso para participar en la licitación sólo beneficiarán a los actuales monopolios del sector.