El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido Castillo, dio a conocer ayer la captura de Antonio Reina Castillo, líder la banda de Los Rojos, a la cual el gobierno federal atribuye ser la principal responsable de la violencia de alto impacto que se genera en Guerrero.

En un mensaje a los medios de comunicación, en el que no permitió preguntas, Rubido agregó que el grupo mantenía el control de la zona serrana de Guerrero y sembraba amapola en la región, por lo que está considerado como uno de los principales responsables del trasiego y procesamiento de goma de opio que se trasladaba hacia Estados Unidos.

Sin precisar si durante la detención, ocurrida el pasado viernes 11 al filo de las 23 horas, hubo resistencia de Reina, el funcionario aseguró que el aprehendido, de 42 años de edad, era uno de los principales dirigentes del grupo dedicado a acciones de delincuencia organizada, secuestro y extorsión (nunca mencionó el nombre de la banda).

Recordó que la organización criminal fue creada por Crisóforo Rogelio Maldonado tras una escisión en el grupo de Arturo Beltrán Leyva. Maldonado fue asesinado en 2012 en un hospital privado en el sur de la ciudad de México.

Tras ese homicidio, quedó al frente de la organización Jesús Nava Romero, quien fue asesinado en junio de 2013 en Puebla. Después de varios liderazgos breves, asumió el control del grupo María del Carmen Nava Romero, esposa de Crisóforo Maldonado, quien fue detenida por la Policía Federal el pasado 5 de marzo en la ciudad de Querétaro.

Afirmó el funcionario que según información recabada por las fuerzas federales, Reina se trasladaba al menos dos veces al mes a Chilpancingo y de regreso a la comunidad de Apango, municipio de Mártir de Cuilapan, que era su centro de operaciones.

Las fuerzas federales efectuaron un operativo sobre la carretera estatal –Rubido no dijo cuál–, donde fue capturado, a bordo de una camioneta pick up (no dio más detalles del vehículo) en compañía de Ismael Castillo Marino, de 38 años de edad, quien presuntamente era el segundo en dicho grupo delincuencial, así como de Catarino Venancio Aguilar y Gerardo Vázquez Sánchez, sus presuntos escoltas.