Las Vegas.

Manny Pacquiao es campeón mundial de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al vencer por decisión unánime al estadunidense Timothy Bradley, en el hotel MGM de esta ciudad. El filipino logró la revancha, luego de la derrota que sufrió en junio de 2012; se sacó la espina y con justicia le arrebató el cinto al elusivo Bradley.

Las tarjetas dieron victoria al filipino por 116-112, 116-112 y 118-110.

El estadunidense llegó confiado en la fuerza de su pegada y con la clara obsesión por noquear al Pacman, del mismo modo que lo hizo el mexicano Juan Manuel Márquez, en diciembre de 2012. Por esa razón se dedicó a lanzar la carnada de la zurda para cazar en algún momento con la derecha el rostro del filipino. Pero Pacman no iba a regalarle nada, así que desde la primera campanada se dedicó a ir hacia adelante, trabajando con clase y explosividad sin caer en la estrategia de Bradley.

Luego de un episodio de estudio en el que ninguno se hizo daño, pero en el que Bradley cerró con un fuerte derachazo, la pelea se veía cerrada.

El cierre fue explosivo, Pacquaio iba con todo. Bradley no tenía otra opción que el nocaut y lo buscó. En los embates chocan las cabezas y Pacquiao resultó cortado, por lo que detuvieron la pelea. Regresaron, el estadunidense defendió su título con rabia, pero tuvo frente a sí a un remolino que nunca dejó de tirar golpes. El veredicto fue justo: Pacquiao ganó la revancha y es el nuevo campeón.