Los grupos parlamentarios de PRD, PAN, Movimiento Ciudadano (MC) y Partido del Trabajo (PT) presentaron ante la Procuraduría General de la República (PGR) una denuncia penal contra el director general de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, por su posible responsabilidad en conductas constitutivas de delitos en materia federal, como peculado, desvío de recursos públicos y uso indebido de atribuciones.

Señalan que el funcionario, quien atiende un sector sensible de la Cruzada Nacional contra el Hambre, realiza actividades proselitistas y las publicita en periódicos de Oaxaca (su estado natal), con la anuencia de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, apareciendo en actos realizados en otras entidades del país.

Ricardo Mejía Berdeja, vicecoordinador de Movimiento Ciudadano en San Lázaro, dio a conocer en conferencia de prensa que recibieron la denuncia en la oficina del procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.

Señaló que Ramírez Puga Leyva se enriqueció ilícitamente cuando fungió como funcionario del gobierno de Ulises Ruiz, convirtiéndose en uno de los hombres más poderosos de Oaxaca, donde sus extravagancias le llevaron a levantar una mansión inteligente en una zona donde habitan indígenas, en la capital del estado, y construyó una cancha de futbol profesional empastada, donde juega frecuentemente con sus amigos. Ricardo Mejía reiteró que el director de Liconsa es promovido por Ulises Ruiz, ex gobernador oaxaqueño.

Es conocida la fama ominosa y corrupta de Ulises Ruiz, quien mueve los hilos de su títere Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva; ambos representan los casos más emblemáticos de corrupción en el PRI, y suman en su contra el oprobio de la mayoría del pueblo oaxaqueño.

El legislador guerrerense llamó al presidente Enrique Peña Nieto a que “no sume más puntos negativos a la percepción que de él tiene la ciudadanía. El mandatario va en caída libre en las preferencias de la población, y estos actos de corrupción lo hunden más. Lo conminamos a que dé una señal positiva al pueblo y remueva del cargo a Ramírez Puga, quien sólo se ha dedicado a medrar con los recursos del erario.

Recordemos que el ahora director de Liconsa se hizo muy amigo de Luis Videgaray (secretario de Hacienda) cuando coincidieron en la Cámara de Diputados. Hábilmente, Ramírez Puga se sumó al grupo de legisladores que operaban en favor de la precampaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Su incorporación al gobierno federal es por una falsa lealtad que tiene tintes de interés político de Ulises Ruiz por mantenerse vigente en el poder de Oaxaca. Y el drama es que en el gobierno de Peña Nieto no entienden los alcances de un personaje tan perverso.

Para Ricardo Mejía, la remoción de Ramírez Puga debe ser inmediata, porque lastima cualquier intento del Presidente por ganar el beneplácito del pueblo. Lo único previsible, señaló, es que si insisten desde Los Pinos en sostener a este funcionario, se incrementará el daño a la imagen, de por sí ya deteriorada, del gobierno de Peña Nieto.

Y en esta trama ominosa, no debemos perder de vista a la secretaria de Desarrollo Social, quien tiene una notable responsabilidad, porque ha permitido que un neófito en política social, como Ramírez Puga, maneje programas tan delicados como el de la cruzada contra el hambre, y después se saque fotos con él en distintos actos por la República y éste los publique en periódicos de Oaxaca; uno de estos diarios, por cierto, propiedad del papá de Ramírez Puga.