En un encuentro con aires de gresca, Cruz Azul se coló a la final de la Liga de Campeones de la Concacaf, tras imponerse anoche 2-0 (2-1, global) a los Xolos en el estadio Azul.

La Máquina se ganó así el derecho de enfrentar al Toluca, para ver quién se lleva el título y el boleto para el Mundial de Clubes.

Los celestes no sufrieron para reponerse del 1-0 que recibieron en el partido de ida de esta semifinal, porque al minuto dos el zaguero Gerardo Flores mandó un tiro desde la banda derecha, mismo que pegó en el defensa Javier Güemez, antes de terminar en el fondo de la meta defendida por el portero Cirilo Saucedo, para emparejar el marcador global.

Los visitantes se recuperaron del golpe y aunque tuvieron mejor manejo del balón y llegadas, no lograron coronar ninguna.

Lo que estuvo a punto de consumarse fue una trifulca, luego de que Flores buscó un remate por alto y chocó con el portero Saucedo. Éste alcanzó a lanzar un golpe, pero todo terminó en un conato de bronca.

Poco antes de que el árbitro decretara al descanso fue Fernando Arce quien buscó pelea con Rogelio Chávez.

La mala noticia para Cruz Azul fue que el defensa Luis Amaranto Perea y el atacante Joao Rojas abandonaron el campo por lesión. El primero lo hizo al 33 y Joao seis minutos después.

El arranque del segundo tiempo fue casi una copia del primero, ya que los Cementeros lograron muy pronto el 2-0. Fue a los cinco minutos (50) cuando Julio César Domínguez controló un rechazo dentro del área, y con un remate de zurda venció a Saucedo.

Los Xolos presionaron, pero lo único que estuvieron a punto de conseguir fue una gresca. En los últimos instantes, el portero Jesús Corona encaró a Pellerano; hubo empujones y al final el que salió perdiendo fue el arquero de la Máquina, al ser expulsado.