La bibliografía completa, de casi 100 libros –primeras ediciones en español–, escritos por Octavio Paz, así como 29 volúmenes de arte, que reúnen textos del poeta y ensayista mexicano, integran la exposición Octavio Paz: de la palabra a la mirada, que se inscribe en la conmemoración por el centenario del Nobel mexicano.

El presidente Enrique Peña Nieto inauguró ayer la muestra, en la Biblioteca de México, donde ante artistas, intelectuales y funcionarios adelantó que en septiembre también será abierta una magna exposición en el Palacio de Bellas Artes, con obra –entre pintura y escultura– de creadores nacionales y extranjeros sobre los cuales escribió Paz.

La democracia, la libertad de crítica y el diálogo son algunas de las convicciones que distinguieron a Octavio Paz a lo largo de toda su vida, dijo el presidente Enrique Peña Nieto.

Al presidir el homenaje a Octavio Paz, el Presidente se refirió al poeta, ensayista, escritor y diplomático como la mente mexicana más clara, plena y brillante del siglo XX, que con su obra proyectó con grandeza el nombre de México en el mundo.

Compromiso con la libre expresión

Peña Nieto destacó la trayectoria, obra y legado del único mexicano que ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura (1990). Señaló que como intelectual y servidor público, Octavio Paz fue un hombre valiente y vertical. Criticó los abusos del poder y su ejercicio autoritario. Defendió sus principios y nunca tuvo temor de navegar contra la corriente.

Congruente con sus ideales y convicciones, reprobó actos de violencia en México y en el mundo. Jamás sucumbió ante las ideologías que en nombre de la libertad colectiva oprimían las libertades individuales, dijo Peña Nieto, quien reiteró las condolencias por el fallecimiento, la víspera, de la escritora Helena Paz Garro, hija de Octavio Paz.

En el acto, realizado en la Biblioteca México, el presidente Peña develó la placa que otorga el nombre de Octavio Paz al patio central del inmueble ubicado en la Plaza de la Ciudadela.

Además, realizó un recorrido inaugural, sin los medios de comunicación, por la exposición Octavio Paz: de la palabra a la mirada, en la que recibió la explicación de Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). La actriz Diana Bracho y el poeta Eduardo Lizalde leyeron algunos fragmentos de la obra de Paz.

Como único orador, el presidente Peña Nieto se refirió a algunas de las enseñanzas de Octavio Paz. La primera, dijo, es la necesidad de impulsar y defender la democracia. Él decía que la democracia política y la convivencia civilizada entre los hombres exigen la tolerancia y la aceptación de valores e ideas distintos a los nuestros.

La segunda enseñanza, prosiguió el Presidente, es la importancia de respetar la crítica. Paz señalaba, democracia sin libertad de crítica no es democracia. Fue aquí cuando el titular del Ejecutivo federal refrendó el compromiso de su gobierno con la libertad de expresión y el derecho de los mexicanos a ser informados.

Y, la tercera, citó, es la importancia del diálogo para construir una mejor sociedad. Paz refería que todas las grandes cosas que los hombres hemos hecho han sido hijas del diálogo.

Por ello, señaló que el gobierno federal ha fomentado el diálogo respetuoso en todos los niveles, convencido de que la razón y el entendimiento son instrumentos imprescindibles para construir un mejor México.

Al acto acudieron Marie Jo Paz, viuda del poeta; el científico Mario Molina, Premio Nobel de Química; Jean Marie Gustave Le Clézio, y Wole Soyinka, francés y nigeriano, respectivamente, también distinguidos con el máximo galardón de las letras.

La exposición en la Biblioteca de México integra desde el primer libro que escribió Paz a los 19 años, titulado Luna silvestre, hasta los últimos que integran sus Obras completas.

Se trata de un recorrido circular, cronológico y temático en el que se aprecia su primera etapa de escritor, sigue una parte intermedia, su periodo surrealista, que abre con el volumen ¿Águila o sol?, antes de escribir El laberinto de la soledad.

La muestra continúa con la etapa de su estancia en India, siguen los libros de su regreso y permanencia en México, cuando escribió por ejemplo Posdata y Pasado en claro. Otro apartado integra obras consideradas fundamentales como Árbol adentro y, por último, las recapitulaciones en sus obras completas.

Al centro de la exposición se encuentra una colección de libros de arte, que reúnen en imágenes obras de artistas como Juan Soriano, Rufino Tamayo, Robert Motherwell, Manuel Álvarez Bravo, Vicente Rojo y Antoni Tàpies, entre otros.

De acuerdo con la coordinadora de la exposición, Carmen Tostado, por primera vez se reúne la bibliografía completa de Octavio Paz, con sus primeras ediciones en español.

De México a EU y Europa

El valor de dicha exposición, recordó por otra parte el especialista Conrado Tostado: Radica en que un año antes de que falleciera Paz, se incendió su biblioteca, hecho que sacudió de manera muy profunda al autor, y provocó que se perdieran muchas de las ediciones originales de sus libros. Ahora se tiene la oportunidad de conocerlas.

La otra parte, integrada por los libros de arte, fueron un regalo que Marie Jo le hizo a Paz, cuando éste cumplió 84 años, 15 días antes de fallecer. A Marie Jo se le ocurrió reunir todos los libros que Paz hizo en colaboración con artistas plásticos.

A disposición de los visitantes se encuentran algunas tabletas o iPad, para lectura en sala, de las obras escaneadas que fueron escritas por Octavio Paz.

La exposición estará sólo dos meses, para posteriormente viajar a las ciudades de Washington, Chicago y Nueva York, así como a París y Londres, dijo Ricardo Cayuela, titular de la Dirección General de Publicaciones del Conaculta.