Así como en 1991, cuando por primera vez se reunieron en Guadalajara las naciones de Iberoamérica, el respeto al derecho internacional, las instituciones democráticas, la libertad y el respeto a los derechos humanos siguen siendo banderas que ondean en la región, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto.

Enseguida resaltó como metas para dar nueva fortaleza a este mecanismo de integración: sumar capacidades, construir consensos y potenciar los esfuerzos mediante el diálogo político.

Por ello el titular del Ejecutivo urgió a la renovación de esta conferencia de 22 naciones surgida en México hace 23 años. Es necesario retomar la esencia que dio origen a este mecanismo, pero a partir de las nuevas áreas de oportunidad que ofrece el siglo XXI, dijo el mandatario.

Como sede de la próxima cumbre de este organismo multilateral –hacia finales de este año en Veracruz–, el país ocupa la presidencia pro témpore del mismo. Debido a ello, ayer en Los Pinos se celebró el relevo de la secretaría general, la cual fue ocupada por Enrique Iglesias García durante ocho años. Ahora ese cargo lo ocupará Rebeca Grynspan Mayufis, de Costa Rica.

A partir de este año, las reuniones Cumbre de Iberoamérica serán bianuales, cuando hasta ahora eran anuales.

Peña subrayó la importancia de enfocar los trabajos de este mecanismo en temas como cultura, educación, innovación, cohesión social y emprendimiento. Iberoamérica debe contar con jóvenes orgullosos de sus raíces, con una adecuada preparación en el presente que los capacite para enfrentar el futuro con mayor seguridad y certeza.

Orgullosas de su identidad y con seguridad ante el futuro, añadió, las naciones de Iberoamérica deben dar un nuevo paso y sumar esfuerzos para construir una región más fuerte, más integrada, próspera, justa y equitativa. Este mecanismo debe mantenerse siempre vigente, indicó.

En esta zona del mundo, coincidió a su vez Rebeca Grynspan, vive 10 por ciento de la población mundial –650 millones de personas– y en específico América Latina, subrayó, es la única región del mundo que en este periodo ha logrado reducir la desigualdad y construir una zona de paz.

Se pronunció entonces por aplicar políticas para reducir la desigualdad, pues ésta erosiona la democracia, afecta el crecimiento económico y el sentido de pertenencia de los ciudadanos y, en definitiva, el desarrollo humano de nuestros pueblos.

A su vez, Enrique Iglesias planteó a las naciones iberoamericanas, luego de más de dos décadas de convivencia, hacer más cosas juntos para defender a la democracia y los derechos humanos, para promover la economía.

En la ceremonia estuvo el ex canciller Fernando Solana, a quien el actual titular de Relaciones Exteriores, José Antonio Mead, definió como arquitecto de este espacio de naciones.

Anunció la creación de un comité directivo interno que en coordinación con las autoridades de Veracruz será el encargado de realizar, en el puerto jarocho, la siguiente reunión cumbre.