El gobernador del Banco de México (BdeM), Agustín Carstens, aseguró que se ejercerá la presión necesaria para que los bancos disminuyan las comisiones de las tarjetas de crédito y débito, y afirmó que las nuevas reglas para los pagos electrónicos eliminarán el control que mantienen seis bancos a través del sistema de las cámaras de compensación, encargadas de la interconexión en las operaciones de usuarios y comercios.

Carstens, quien compareció junto con el titular de la CNBV, Jaime González Aguadé, ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, explicó que en el país sólo existen dos cámaras de compensación operadas por empresas privadas, y ello encarece y retrasa las transacciones, lo cual a su vez impide que pequeños negocios puedan recibir pagos electrónicos.

Hay dos cámaras de compensación exclusivamente y se vuelven un embudo, y ese es el poder de mercado que ejercen sus dueños, destacó.

A su vez, González Aguadé informó que los bancos ya no tendrán la atribución exclusiva para el tráfico de pagos electrónicos, sino que quienes cumplan con las reglas de garantías podrán incluso emitir tarjetas de débito y participar en toda la cadena.

Ante las críticas de diputados de todos los partidos por las altas tasas que cobran los bancos en sus transacciones, Carstens aseguró que no pueden bajar a cero las cuotas de intercambio entre bancos que participan en el sistema de pago de sistemas electrónicos, porque las instituciones financieras de todas maneras las cobrarían a los usuarios por otro lado.

Carstens y González Aguadé comparecieron ayer para explicar el control que deben ejercer ambas instituciones en las redes de medios de disposición de efectivo, las cuotas de intercambio de bancos y las comisiones que éstos cobran directa o indirectamente.

Resultados en un año

El gobernador del banco central estimó que los cambios derivados de la regulación podrán tener resultados más claros el próximo año.

Explicó que antes de permitir la entrada de nuevos jugadores en el mercado de pagos electrónicos, el banco central debe certificar y garantizar que puedan dar el servicio, porque comprometer la seguridad de las transacciones es algo que no podemos permitir.

Hasta ahora, refirió, no puede haber más participantes en el servicio porque las dos cámaras de compensación que hoy funcionan (Iglobal y Prosa), están bastante coordinadas. Funcionan con base en contratos de aceptación de tarjetas bancarias, el CATB, y éste es un documento sumamente nebuloso. Esa falta de claridad y acceso, esa caja negra, se ha convertido en el principal impedimento para que otros se conecten al mercado. Al quitarles el control del CATB, eso se va a abrir. Se va a hacer la luz.

El diputado Jorge Herrera Delgado (PRI) destacó que el poder de mercado de ambas empresas y de los bancos permite que seis de éstos controlen 90 por ciento de las operaciones en la red de pagos con tarjeta, así como la mayor parte de la infraestructura. Esto les ha permitido imponer barreras para conservar su dominio a costa de las mejoras que recibirían los usuarios. La organización de las cámaras es similar a la existencia de una sola, mencionó.