El gobierno mexicano propuso a su contraparte estadunidense la revisión de los acuerdos en materia de repatriación y advirtió que hay una creciente inconformidad de los paisanos por el trato que reciben de los agentes migratorios de Estados Unidos.

Durante la reciente visita a México del secretario de Seguridad Interna del vecino país, Jeh John­son, el tema de la migración fue central en las conversaciones bilaterales de alto nivel, en especial para fortalecer la infraestructura fronteriza, instalación de tecnología e intercambio de información.

Un reporte de la oficina del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, base del programa que presentará este martes, subraya los problemas a los que se enfrenta México para controlar de manera eficiente sus fronteras:

El gobierno estadunidense cuenta con extenso despliegue de recursos humanos, materiales y tecnológicos para el control de entradas y salidas de personas a su territorio. México prácticamente no tiene control en la materia, debido a la indisponibilidad de recursos.

En el apunte interno Frontera norte de México; asuntos relevantes en la relación migratoria bilateral, se precisa que es necesario alcanzar un acuerdo de coordinación y cooperación de control, administración y seguridad fronteriza.

En particular, indica, se requiere revisar el memorandum de entendimiento firmado durante el sexenio de Vicente Fox, así como los arreglos locales de repatriación (condiciones específicas estatales para el envío y recepción de migrantes).

El memorandum prevé la devolución de mexicanos en acciones ordenadas, con respeto a los derechos humanos, en puntos y horarios específicos, con el compromiso de preservar la unidad familiar y dar trato especial a los grupos vulnerables.

Sin embargo, desde el sexenio pasado las autoridades de Gobernación, además de académicos y organizaciones civiles, han alertado acerca del reforzamiento de medidas para deportar no sólo a quienes buscan internarse en Estados Unidos sin los documentos necesarios, sino de quienes ya tienen muchos años viviendo del otro lado de la frontera norte, franja de 3 mil 152 kilómetros.

Según estadísticas de El Colegio de la Frontera Norte, elaboradas con base en información de gobiernos de ambas naciones, en las repatriaciones 2009-2011, 39 por ciento tenía más de 35 años de edad, y la mitad de ellos fueron sacados de Estados Unidos solos, sin su familia (La Jornada, 26 de junio de 2008)

En 2013 fueron repatriados 332 mil 875 mexicanos, desde los nueve puntos que para este fin fueron acordados entre los gobiernos de México y Estados Unidos. De ese número de personas, 16 mil 971 eran menores de edad, de los cuales 2 mil 893 viajaban en calidad de no acompañados.

El secretario Osorio Chong hará la semana entrante un balance del tema, así como del reto que significa, en especial para las 10 entidades que reciben al 64 por ciento de repatriados, brindar una oportunidad, especialmente de reinserción laboral, para quienes son deportados, muchos de los cuales salieron de México cuando eran niños y ahora no cuentan con una red familiar en nuestro país e incluso no dominan el español.

Visto al revés, informaron fuentes de Gobernación, 60 por ciento de los deportados tiene, al menos, comprensión del inglés, por lo que es necesario ampliar la oferta institucional y/o certificar sus habilidades, a la vez de bajar la presión a las ciudades norteñas.