Montevideo, 21 de marzo.

El presidente de Uruguay, José Mujica, pidió a Estados Unidos liberar a prisioneros cubanos acusados de espionaje, como gesto tras acceder a recibir en su país a reos de la cárcel de Guantánamo, instalada en territorio de Cuba que el mandatario Barack Obama ha prometido cerrar.

En su programa radial Habla el presidente, Mujica calificó la decisión de asunto de principios. Puntualizó: No hacemos esto por plata o cuestiones materiales, pero no tenemos empacho en decir que solicitamos por favor al gobierno estadunidense que haga lo posible porque a esos dos o tres presos cubanos que hace muchos años están allá se les busque la manera de liberarlos, porque ello también es una vergüenza.

Mujica se refería a cinco agentes cubanos detenidos en 1998 y condenados en 2001 por espionaje en Florida. De ellos, tres aún siguen en prisión.

Aclaró, sin embargo, que las negociaciones con el gobierno estadunidense están lejos de estar cerradas y dependen, entre otras cosas, de diversas decisiones fuera de nuestro alcance, pero en todo caso serán hombres libres en nuestra realidad.

Una fuente de la cancillería y medios locales dijeron que cinco presos –cuatro sirios y un paquistaní– estarían al menos dos años en el país. Quienes vengan serán hombres libres y ese asunto de no salir del país por dos años no sería otra cosa que un gesto voluntario de ellos para lograr salir de esa vergüenza y nunca una imposición nuestra, explicó el gobernante.

Calificó de vergüenza la situación de la cárcel de Guantánamo –base naval que tiene 155 prisioneros considerados una amenaza para Estados Unidos por sus presuntas vinculaciones terroristas–, y expresó que ya son 18 las naciones que han ofrecido su colaboración para el traslado de los reos.

Los cinco hombres llegarían a Uruguay con un salvoconducto humanitario, con apoyo de organismos internacionales, para luego solicitar refugio en este país, aseveró el ministro del Interior, Eduardo Bonomi.

Estados Unidos aseguró que son personas que no implican ningún peligro, y Uruguay corroboró ese dato. Los presos estarán libres, pero bajo un régimen de protección del Estado que les brindará una custodia que no será personal, sino de un régimen que les permita trabajar, estudiar, aprender el idioma y tener garantías, destacó.