Solo de Javier Vaquero tiene su estreno latinoamericano en el Museo del Chopo
es un acto antropológico muy primitivo, opina artista español
Sobrevivir del arte o de cualquier cosa es casi imposible en mi país, dice a La Jornada
Sábado 15 de marzo de 2014, p. 6
El baile como un acto antropológico muy primitivo
, como ir a la discoteca, es lo que hace el coreógrafo español Javier Vaquero Ollero (Toledo, 1984), en su propuesta unipersonal Danzas primitivas, cuyo estreno en América Latina ocurrirá este fin de semana en el Museo Universitario del Chopo.
El proyecto se basa en la conjunción de lo instintivo y lo cultural a través de un cuerpo que sigue la música. Para mí hay muchas analogías entre lo culturalmente primitivo y la danza primitiva, como bailar en una discoteca. Yo veo en esto un acto antropológico muy primitivo y, en realidad, es lo que hago en el escenario
, afirma el bailarín e investigador en entrevista con La Jornada.
Partitura de movimiento
En la génesis de este montaje, explica, está la reflexión sobre la relación del cuerpo y la música de una manera muy instintiva, por eso le llamé danza primitiva. Entonces me dijeron que lo cultural está muy implícito en cómo manifestaba la música, porque todos tenemos un imaginario (...) ese cuerpo manifiesta todo un bagaje, un estilo, porque tiene una educación dancística y cultural. Lo que quiere ser muy primitivo, nuclear y básico, igualmente tiene una tensión cultural de su contexto
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Javier Vaquero distingue el proyecto de investigación, que desarrolla desde 2009, y la pieza que presentará, la cual ha escenificado cuatro veces y es resultado del trabajo de reflexión. Menciona que en Guadalajara impartirá un taller para investigar el movimiento, con los conceptos copia, repetición, apropiación, versión y decodificación, para crear conciencia en torno al movimiento de uno mismo, como el de los otros y cómo podemos utilizar estos conceptos para crear
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Adelanta que el solo que interpretará está dividido, pero es “una experiencia conjunta. Es muy necesario que sean los tres fragmentos seguidos. Dura 50 minutos. El domingo habrá una charla con el público y quizá cambie un poco el principio de la pieza, pero la estructura será la misma: la música.
Lo que no se verá es que el cuerpo sea igual, porque hay como una especie de partitura de movimiento en la que yo sé por dónde tengo que pasar o una especie de tareas corporales, pero el movimiento se va haciendo en todo momento. Está muy fijado lo que yo voy a hacer, no es improvisación.
Como métodos para lograr su objetivo, Vaquero enumera: La repetición y la insistencia, que es algo muy primitivo, como por ejemplo las tribus o danzas muy primitivas se basan en eso, que es una de las cosas que utilizo y lo hago durante 20 minutos; posteriormente, el agotamiento del cuerpo, que así está mucho más abierto a moverse de maneras diferentes, a soltar referentes culturales y de danza, y no tiene necesidad de representar nada, y también la voz, como método de expresión y de vaciar el cuerpo que está sobreinformado; además del placer como metodología para bailar y punto
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El coreógrafo, que comenzó su carrera a los 16 años, estudió en Holanda, ha gestionado dos espacios culturales en Barcelona durante tres años, además de trabajar como bailarín y haciendo piezas, explica los dos motivos que lo llevaron a salir de España: A nivel artístico está muy bien, pero en lo económico ha ido todo para abajo, hasta el punto de ser casi imposible sobrevivir ahí ya no sólo del arte sino de cualquier cosa
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Danzas primitivas se escenifica hoy a las 19 horas y mañana domingo a las 18 horas en el Museo Universitario del Chopo, ubicado (Dr. Enrique González Martínez 10, colonia Santa María la Ribera).