Santiago, 12 de marzo.

En su primer día al frente del gobierno de Chile, la presidenta socialista Michelle Bachelet envió hoy al Congreso un proyecto de ley para la entrega permanente de un bono a los más pobres y pensionados, tras haber sostenido una reunión de gabinete en que delineó las prioridades de su nuevo mandato para los próximos cuatro años.

Estamos retomando la política social que pone en el centro los derechos de los ciudadanos, declaró la flamante mandataria al informar sobre el bono por el equivalente a 72 dólares por persona a otorgarse en marzo (inicio del año escolar) y en agosto (de invierno), el cual beneficiará a un millón 600 mil familias e implicará un gasto de unos 300 millones de dólares.

Aclaró que se estaba reponiendo el bono de invierno, ya que en los últimos cuatro años fue eliminado por el gobierno del derechista Sebastián Piñera, que ella estableció en su anterior mandato (2006-2010).

Bachelet, en su primera conferencia de prensa, dijo que lo más importante es cumplir con el programa y manifestó que la nueva Constitución que se proyecta debe pasar por un proceso amplio y ciudadano de discusión, por lo que no será prioritario en los primeros seis meses. Se trata de acabar con la carta magna heredada del pinochetismo, que contiene fuertes cerrojos antidemocráticos.

Insistió en la reforma educacional y que para eso se necesitan ingresos permanentes, obtenidos mediante una reforma tributaria seria y responsable, más allá de la marcha de la economía o del precio del cobre. En el Congreso, la mandataria tiene mayoría para aprobar la reforma fiscal, pero necesita negociar para sacar adelante la educativa y la constitucional.