Participó al lado de Fidel y Raúl Castro en el asalto al Moncada
heroína de Cubaen la década de los 60, junto al líder de la revolución cubana Fidel Castro, en La HabanaFoto Ap
Martes 11 de marzo de 2014, p. 24
La Habana, 10 de marzo.
Melba Hernández, una de las mujeres que se unieron a la revolución cubana desde los días del asalto al cuartel Moncada, murió el domingo por la noche a la edad de 92 años, a causa de complicaciones asociadas a la diabetes que padeció varios años, informó hoy el Partido Comunista de Cuba (PCC).
La guerrillera participó al lado de los líderes revolucionarios Fidel y Raúl Castro en el ataque de 1953 a las instalaciones militares de la provincia de Santiago de Cuba que en un principio resultó un fracaso, pero que posteriormente dio fundamento y nombre al Movimiento 26 de julio, destacando la fecha del asalto.
Melba Hernández, abogada que se ocupó de las labores de enfermería el día de la operación insurgente contra el Moncada, fue capturada por las fuerzas gubernamentales después del fallido asalto, junto con Haydee Santamaría, la combatiente que también luchó con los revolucionarios hasta el triunfo del 1º de enero de 1959, fallecida en 1980 a los 57 años.
Después de su excarcelación, Hernández, quien en la década de los 60 fue declarada heroína de Cuba, se encargó de recuperar las notas que Fidel Castro escribió en prisión para argumentar en su defensa durante el proceso legal al que fue sometida. Los apuntes fueron publicados, clandestinamente en un principio, con el título de La historia me absolverá.
Una vez que los miembros del naciente movimiento guerrillero obtuvieron su libertad, Hernández se sumó al resto para preparar el desembarco del yate Granma en Cuba, aunque ella se quedó en México por un tiempo, hasta que pudo reintegrarse a la lucha en la Sierra Maestra.
Melba Hernández fue cofundadora del PCC, formó parte del comité central y fue además representante popular ante la Asamblea Nacional y embajadora en Vietnam y Camboya. En cumplimiento de su voluntad, sus restos serán cremados y luego se depositarán en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago, donde están enterrados los antiguos combatientes del asalto al Moncada.