La declaratoria de Televisa, Telmex y Telcel como empresas preponderantes en sus respectivos ámbitos por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) es un gesto positivo que busca incentivar la competencia en un mercado con grandes disparidades, afirmó Clara Luz Álvarez, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Por su parte, Javier Esteinou Madrid, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que la decisión se refiere a una cierta autonomía que está defendiendo el Ifetel, pero que no es indicador definitivo acerca de cuánto se ha avanzado en materia de competencia y beneficios para los espectadores.

Esta resolución reconoce que hay empresas con un poder de mercado tan grande, que no hay nada que puedan hacer ni los competidores ni los consumidores para contrarrestar sus efectos, explicó la experta en telecomunicaciones del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Para la especialista, la resolución del Ifetel no debe ser vista por las empresas involucradas como castigo, sino como intento de las autoridades por crear un terreno de juego más parejo que, de todas formas, no va a hacer que las compañías con mayor capacidad económica dejen de tenerla.

Tras esta resolución, dijo, es casi seguro que las afectadas promuevan el amparo, por lo que habría que estar atentos para saber si ocurren arreglos posteriores, porque el diablo está en los detalles, y aún pueden utilizarse recursos para desplazar a los competidores de forma indebida.

Esteinou Madrid coincidió en señalar que con esta medida ha empezado un proceso de equilibrio entre los agentes que participan en la radiodifusión y en las telecomunicaciones. Ahora falta conocer a fondo cómo fue el dictamen que realizó el Ifetel, contenido en un documento que sólo se dio a conocer a las involucradas.

Sobre la restricción a Televisa que le impide, por ejemplo, contratar en exclusiva transmisiones deportivas, señaló que es posible que Cablevisión, que no está regulada del mismo modo, haga los contratos para transmitir en exclusiva y luego haga tratos con Televisa para compartir los negocios, de manera que todo volvería a quedar igual.

El académico recordó además que el fin de semana pasado hubo ciertos trascendidos de un borrador de las leyes secundarias que era favorable a grandes empresas. Llevamos un retraso muy importante (sin que las leyes se den a concer), el cual obviamente no se debe a cuestiones técnicas, sino a asuntos políticos, y lo que se sabe es que en el fondo se está terminando de negociar con los monopolios.

Aseguró que hay que revisar qué es lo que beneficia a la ciudadanía con estas decisiones. Hay que estar atentos, dijo, a las garantías constitucionales en la materia, y no nada más este espectáculo, que es una lucha entre empresas para ganar mercados, pero no tenemos claridad ni seguridad de que nos vaya a beneficiar.