Nestora Salgado, dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), enfrenta condiciones inhumanas de reclusión en el penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit, desde su aprehensión el pasado 21 de agosto de 2013, como parte de un proceso irregular en el que se le acusa de secuestro y delincuencia organizada.

Así lo afirmaron integrantes de diversas organizaciones sociales, agrupados en el Comité Nestora Libre, quienes denunciaron el papel omiso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en este caso, pues no se ha pronunciado sobre los abusos cometidos contra la luchadora social, e incluso ha justificado su detención.

En conferencia de prensa, Tomás Holguín alertó que las condiciones actuales de reclusión de Salgado, una de las líderes de la policía comunitaria en Olinalá, Guerrero, son deplorables y violatorias de sus derechos humanos, pues no tiene acceso a los medicamentos ni a los ejercicios de rehabilitación que necesita por las secuelas de un accidente automovilístico.

Asimismo permanece confinada en su celda la mayor parte del tiempo –privada de contacto con cualquier otra persona, incluidas las internas– y sólo tiene derecho a estar fuera de ella una hora a la semana y a recibir visitas una vez cada 15 días.

Por todo lo anterior, señaló el comité, la Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Sicología de la Universidad de Seattle advirtió que las condiciones vividas por la mujer constituyen graves violaciones a sus derechos humanos, entre ellos los de presunción de inocencia y un juicio justo e imparcial.

Luego de detallar que se han realizado diversas acciones de apoyo a Nestora Salgado en varios países, Holguín informó que recolectarán firmas para exigir su liberación.

Eréndira Munguía deploró que la CNDH no haya incluido ningún comentario sobre la detención de Salgado y otros 12 miembros de la policía comunitaria de Olinalá en su informe especial sobre los grupos de autodefensa en Guerrero, lo cual demuestra su carácter racista, sexista y represor.

Los activistas dieron a conocer una carta de Nestora donde señala que nosotros los comunitarios hicimos bien nuestro trabajo, reduciendo 90 por ciento los crímenes en sólo un año de lucha. Tal vez por eso el gobierno terminó por agredirnos y a mí por capturarme.