Moscú, 7 de marzo.

Rusia no quiere una nueva guerra fría, declaró hoy Dimitri Peskov, vocero del presidente Vladimir Putin, tras la agudización de las tensiones con Occidente a raíz del pedido de las autoridades en la península ucrania de Crimea de unirse a Rusia. El funcionario señaló que no confía en el papel mediador de la Unión Europea (UE) o de Estados Unidos en el conflicto, dado que han perdido credibilidad por su comportamiento ante la crisis.

Rusia quisiera evitar una guerra fría, afirmó Peskov al ser interrogado sobre la crisis en Ucrania por el canal de televisión público Rossia 1.

“Espero que (la guerra fría) no haya empezado”, declaró Peskov, quien admitió las profundas divergencias de opinión entre Rusia, los países europeos y Estados Unidos sobre Ucrania.

Subsiste una esperanza: que el diálogo permitirá hallar puntos de acuerdo. Pero por el momento nadie puede predecir en qué podríamos ponernos de acuerdo, reconoció.

Peskov apuntó que al principio Putin se mantuvo al margen, a diferencia de nuestros socios europeos. Afirmó que el presidente ruso no puede mantenerse tranquilo si ciudadanos rusos están en peligro de muerte en el país vecino. Putin es garante de la seguridad en el mundo ruso, subrayó.

El mandatario ruso desestimó una advertencia de su homólogo estadunidense, Barack Obama, sobre la intervención militar de Moscú en Crimea. Expresó que Rusia no puede ignorar los pedidos de ayuda de la población rusohablante de Ucrania.

Tras una conversación telefónica de una hora el jueves con Obama, Putin afirmó en un comunicado que Moscú y Washington aún tienen posiciones muy alejadas sobre la situación en la república ex soviética, donde, dijo, las nuevas autoridades tomaron decisiones ilegítimas sobre las regiones oriental, sudoriental y Crimea.

Putin fue desafiante respecto de Ucrania y dijo que el ex presidente ucranio Viktor Yanukovich, quien es partidario de Moscú, fue destituido en un golpe anticonstitucional, y recalcó lo que calificó de la importancia suprema de las relaciones ruso- estadunidenses para asegurar la estabilidad en el mundo.

Por su parte, el ministro de Exteriores ruso indicó que las sanciones contra Moscú por la crisis de Ucrania se volverán contra Estados Unidos.

Al cierre de esta edición se informó que el presidente de Estados Unidos y la canciller alemana Angela Merkel pidieron la retirada de los soldados rusos de Crimea. Asimismo, que se permita el acceso de observadores.