Springbreakers
urante años, los jóvenes estadunidenses conocidos como springbreakers se convirtieron en el principal segmento del turismo extranjero en Acapulco que, como se sabe, en sus tiempos dorados fue el escenario donde el jet set internacional solía descansar.
Diversos factores, entre ellos la falta de equipamiento adecuado y la crisis de inseguridad que ha vivido el municipio más importante para la economía de Guerrero originaron un descenso en el número de visitantes. De 2008 a 2010 se observó un descenso y en 2011 dejaron de llegar.
Para la primavera de este año, los empresarios turísticos locales, con apoyo financiero del gobierno del estado, esperaban atraer de nuevo a los jóvenes estadunidenses. El Congreso local aprobó 500 mil dólares (cerca de ocho millones de pesos) para promover este destino turístico.
Sin embargo, las cosas no salieron bien y el vicepresidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (Aheta), Sergio Salmerón, confirmó que definitivamente en 2014 no habrá springbreakers en Acapulco.
Cuando este sector comenzó a visitar el puerto, a finales de la década de 1990, se le consideraba poco atractivo porque los estudiantes eran ruidosos y violaban los reglamentos al exhibirse en público.
Pero la crisis hizo cambiar de mentalidad a los empresarios, y de pronto los vieron como a un mercado importante, casi imprescindible.
El descenso de su afluencia se convirtió en un dolor de cabeza para los negocios y las autoridades, a tal grado que decidieron comprometer recursos públicos para atraerlos. Sin embargo, perdieron la apuesta. Los involucrados dicen que faltaron otros 200 mil dólares para concretar el proyecto, y no los hubo.