Aunque las cosas estén mal, debemos decir que estamos bien, soltó sin pensarlo demasiado Antonio Mohamed, técnico del América, quien prefiere sonreír ante la situación por la que atraviesa el equipo con las lesiones de algunos jugadores, las convocatorias a la selección nacional y hasta su expulsión por meterse al terreno de juego 40 centímetros.

El Turco mantuvo el tono jocoso que lo caracteriza, durante la reunión con los medios, pero en un momento de seriedad aseguró que el equipo llegará a la liguilla en las mejores condiciones, de tal forma que ninguno de los clubes de la capital del país querrán enfrentarlo, en caso de que avancen a la siguiente fase.

A la mitad del campeonato, cuando en su opinión aún no puede hacerse un análisis completo que sólo se logrará al final de la temporada, comentó que este sábado deben vencer a Santos por un montón de cosas que beneficiarán a las Águilas, como reafirmar a la mitad del camino lo que pueden lograr, tener tranquilidad, sin hacer menos la parte sicológica de los jugadores, que siempre será importante.

Admitió que si bien en este momento esperaba sumar más puntos de los logrados y que no avizoraba el bajón que han dado –que es lo que crea cierta incertidumbre–, se apresuró a comentar que no debe juzgarse al plantel por lo que sucede actualmente, porque tiene la certeza de que llegará con fuerza a la instancia final.

Por los seis convocados a la selección nacional –en la que la noche del miércoles observó un buen desempeño de Paul Aguilar y Juan Carlos Medina–, además de los lesionados y suspendidos, esta semana sólo pudo trabajar en la parte física, lo que de ninguna forma será un impedimento para que busquen vencer a Santos en el estadio Azteca.

Mohamed dijo que la directiva de Coapa buscará que le reduzcan la sanción por haber invadido la cancha; apenas me metí 40 centímetros, aunque si no se logra, no habrá más que cumplir con el castigo que le impusieron.

De las críticas en su contra del ahora ex presidente del Monterrey Gilberto Lozano, quien dijo haberlo despedido del equipo en el torneo Verano 2000, prefirió sólo comentar que lo expresado lo descalifica como directivo y que nada tiene que esconder.