El gobierno de Rajoy desestima pronunciamiento del grupo armado
Domingo 2 de marzo de 2014, p. 20
Madrid, 1° de marzo.
La organización separatista vasca ETA emitió un nuevo comunicado, publicado por conducto del diario Gara, en el que reiteró su compromiso con el proceso de paz y se mostró dispuesta a sellar hasta el último arsenal
.
El grupo armado, que el pasado 24 de febrero difundió un video en el que inutilizó parte de su arsenal bajo la supervisión de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), expresó su disposición al diálogo.
En este nuevo comunicado ETA advirtió que el proceso de sellado comenzó y el compromiso es llevarlo hasta el final, hasta el último arsenal
. Advirtió que esa tarea es difícil y no exenta de dificultades, por lo que no depende sólo de la voluntad de ETA y de la profesionalidad de la CIV
.
ETA explicó que la decisión de emprender el sellado e inventariado de sus arsenales, tal como anunció la CIV, es consecuencia del final de la lucha armada y para garantizar que las armas, explosivos y dispositivos se encuentren fuera de uso operativo
, para poner en vías de solución el conjunto de consecuencias del conflicto político
en el País Vasco.
La respuesta del gobierno español vino de parte del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, quien acusó a ETA de entrar en una especie de proceso de transición hacia otra cosa, pero lo único que hace falta es la disolución. Todo lo demás no merece comentarios
.
Reiteró que los gestos que ha tenido son más teatro y más de lo mismo
, y los calificó de ridículos
.
Después del video que distribuyó la CIV, creada por un grupo de mediadores internacionales para la solución del conflicto político del País Vasco, ETA y los propios mediadores recibieron numerosas críticas del gobierno español.
A pesar de que ese anuncio fue considerado por los propios mediadores y la CIV como el paso más grande hacia la paz por parte de ETA, desde que el 20 de noviembre del 2011 decretó el cese definitivo
de la lucha armada, el gobierno español mantiene su negativa a participar en la mesa de diálogo y acusó a los pacificadores internacionales de trabajar a las órdenes de ETA.