En inusitada catarsis concluyó el noveno Parlamento Infantil, en la Cámara de Diputados, donde 300 menores expusieron las dudas y preocupaciones que les acompañan a diario por vivir en las actuales condiciones de inequidad y violencia.

Tras una semana de trabajos en la ciudad de México, los niños retornaron a sus respectivas ciudades y pueblos cargando, cada uno, una tablet y su teclado, obsequio del grupo parlamentario del PRI.

En San Lázaro, el salón de plenos fue la caja de resonancia donde niños de todos los estados hicieron escuchar su voz desde las curules, que en su mayoría ocupan diputados federales silentes. Exigieron que México ya no sea conocido por la inseguridad o porque sus calles carecen de pavimento.

Devanny Aimé Salinas pidió a sus pares: Quiero proponerles que mi tema sea escuchado porque hoy día México sufre una diferencia social, donde los más vulnerables somos nosotros, los niños. Se necesita poner gran énfasis en resolver esta situación y tener un México más seguro.

De Guadalajara, Alondra Araujo exigió mayor seguridad, porque por culpa de la inseguridad hay muchos secuestros, robos y nos roban a más niños, o incluso nos violan. Así que hay que echarle ganas para que ya no hagan eso y poner más seguridad.

También, de Tonalá, Jalisco, Katia Ríos señaló a la discriminación como un problema muy grande. Si queremos un país con igualdad necesitamos que deje de haber discriminación en las escuelas, ya que esto causa suicidios desde niños. Que se deje de discriminar a todas las personas por cualquier motivo de raza, religión, preferencia sexual o cualquiera de esas cosas.

Vehementes, todos los menores que intervinieron desde sus curules apuntaron sin cortapisas al mundo que ellos ven a diario y les afecta en su desarrollo personal. Nazir García, de Villahermosa, Tabasco, se dio tiempo para poner el dedo en el espíritu corrupto de los políticos mexicanos:

Quería hablar acerca de un tema que durante mucho tiempo, incluso desde el porfiriato, hemos estado viendo en nuestro país; este tema es la corrupción. Aunque ya ha habido bastantes políticos corruptos, por eso a veces la gente ya no cree en ellos. Los políticos tienen que cumplir lo que prometen. Las leyes no sirven si se quedan guardadas en un librero y empolvándose por años.

Las intervenciones, en su mayoría, reclamaron el país que han construído, y que en pocos años heredarán. La conclusiones a las que arribaron fue exigir el fin del acoso escolar, de la discriminación, mayor seguridad, combate a la explotación y al maltrato infantil.