En México se estima que un 8.5 por ciento de los jóvenes menores de 18 años no han concluido la primaria o la secundaria, por lo que se ubican en rezago educativo, mientras cuatro de cada 10 que logran ingresar al bachillerato abandonarán las aulas.

Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y de la subsecretaría de Educación Media Superior, que encabeza Rodolfo Tuirán Gutiérrez, alertan sobre un contexto de pobreza, violencia y marginación para la población más joven del país.

En cuanto a la deserción en bachillerato, la Secretaría de Educación Pública (SEP) destaca que cada año 650 mil jóvenes abandonan este nivel educativo, lo que ocasiona costos sociales e individuales que fomentan la desigualdad social, la falta de acceso a empleos de calidad, y afectan el bienestar familiar.

Agrega que según la encuesta sobre deserción, un 50 por ciento de quienes asisten a la educación media superior consideran que en algún momento deberán dejar de estudiar. Además, los jóvenes enfrentan la falta de un ejercicio pleno de derechos básicos como salud, educación, alimentación y vivienda.

El Coneval destaca que casi dos de cada 10 menores de 18 años no cuentan con servicios de salud, y casi 30 por ciento tienen carencias en el acceso a la alimentación. Un 65.6 por ciento no cuentan con seguridad social, pues los niños y jóvenes son el sector de la población con menores ingresos, al vivir en hogares donde la distribución de los recursos les es poco favorable.

Pobres, 5 de cada 10 adolescentes

En el grupo de 12 a 17 años, casi la mitad viven en pobreza, y al menos uno de cada 10 menores enfrentan la miseria extrema. La mala calidad y espacio de la vivienda afectan a casi dos de cada 10, y un 24.5 por ciento no tienen acceso a servicios básicos en el hogar.

A estas condiciones se agregan la violencia en su entorno escolar. De acuerdo con resultados de la Encuesta de exclusión, intolerancia y violencia en la educación media superior 2013, 8.9 por ciento de los jóvenes que cursan bachillerato han recibido golpes, 3.2 por ciento han sido amenazados con arma, 5.9 por ciento han sido intimidados, 36.8 por ciento insultados, 10.6 víctimas de robos, 12.2 de burlas y 8.1 por ciento de mentiras difundidas en redes sociales.

Frente a estos escenarios, se ha detectado que 59 por ciento de los estudiantes nunca o rara vez piden ayuda a sus profesores, 73 por ciento nunca o casi nunca hacen algo para impedir riesgos, aunque crean que deben hacerlo.

La percepción de los jóvenes respecto a su escuela,tampoco es positiva. En los planteles públicos 40 por ciento cree que no es un lugar seguro, frente a 60 por ciento de los privados. Casi 6 de cada 10 estudiantes de centros públicos y privados creen que en su campus hay pandillas, 38 por ciento estiman que es peligroso, 29 por ciento creen que venden droga y 23 por ciento consideran que sus compañeros llevan armas.