El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, calificó de relevante la captura de Joaquín El Chapo Guzmán, por lo que felicitó al presidente Enrique Peña Nieto y a todas las instancias de gobierno que participaron en la aprehensión. Al señalar que aún hay varios capos más por detener, aseguró que no ha habido ninguna petición de las autoridades federales para reforzar la seguridad en el Distrito Federal.

Por su parte, José Agustín Pinchetti sostuvo que si bien hay que reconocer la importancia de la detención de Guzmán Loera, aún habrá que esperar las consecuencias en la recomposición de unas redes del crimen organizado que no están desarticuladas, no sólo para el narcotráfico, sino también para otros delitos.

Consideró que no es suficiente la detención, pues se trata de uno de los tantos caciques de la droga, pero que no significa la demolición del sistema. Más allá de la aprehensión, dijo que no sólo se requiere de un replanteamiento de la estrategia de seguridad, sino un reconstitución general de las instituciones, que están en crisis y por lo que ahora surgen fenómenos como los grupos ciudadanos armados que son una opción peligrosísima.

Para Porfirio Muñoz Ledo, tras la detención el problema ahora será sobre al surgimiento de “nuevos joaquines guzmanes” con una previsible escalada de violencia. Sin embargo, frente a la posibilidad de la extradición del narcotraficante a Estados Unidos, dijo no ser partidario de darle la última autoridad a ese país.