Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, fue durante 13 años el enemigo público número uno y el capo más buscado a escala mundial. La revista Forbes lo ubicó como uno de los hombres más ricos y con más poder en el planeta.

Su carrera criminal pareció terminar el 24 de mayo de 1993, con el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, pues tuvo que huir del país. Finalmente fue capturado en Guatemala el 9 de junio de ese año.

La suerte le volvió a sonreír el 19 de enero de 2001, cuando se fugó, dentro de un carrito de lavandería, de la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, ubicada en Jalisco.

Comenzó el resurgimiento de su grupo criminal hasta convertirse en la actualidad en una de las más poderosas organizaciones del narcotráfico que operan en México. Gracias a sus asociaciones con miembros del cártel de Juárez logró expandir sus zonas de influencia hasta el territorio de sus más acérrimos enemigos, los hermanos Arellano Félix, en Baja California, y extender sus centros de operación a naciones como Guatemala y Argentina, en América, y a España, en Europa.

En Estados Unidos se asoció con la Mexican Mafia, una de las pandillas más antiguas y poderosas en ese país.

Según datos de la agencia estadunidense antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), mantiene vínculos con los grupos 18th Street, Hells Angels, MS-13, Texas Mafia, Hermanos de los Pistoleros Latinos y Los Tango.

Hasta el día de ayer era uno de los delincuentes más buscados por la DEA. Fue inmediatamente retirado de la lista cuando la agencia estadunidense confirmó la detención.

Nació en 1954 en el poblado de La Tuna, en Badiraguato, Sinaloa. A sus 59 años de edad ha acumulado una historia de traiciones, homicidios, secuestros y simulaciones, así como penas carcelarias pendientes de cumplir que suman 20 años nueve meses, las cuales quedaron suspendidas desde el día de su fuga, cuando también se convirtió en el primer evadido de una prisión de alta seguridad en México.

El municipio de Badiraguato, considerado cuna de los grandes jefes del narcotráfico en el país debido a que fue el sitio donde el gobierno mexicano aceptó que se cultivara amapola mediante un acuerdo con Estados Unidos para que ese gobierno contara de suficiente materia prima para producir los fármacos que requerían sus soldados heridos en la Segunda Guerra Mundial, fue también el punto de partida de El Chapo bajo la sombra de Miguel Ángel Félix Gallardo, líder del cártel de Jalisco y considerado el Jefe de jefes del narcotráfico en los años 80.

Guzmán se hizo famoso por las grandes cantidades de droga que, en combinación con organizaciones criminales de Colombia, trasladó por territorio nacional hasta Estados Unidos y, después, por su pugna con los hermanos Francisco y Ramón Arellano Félix, líderes de lo que también se conoce como el cártel de Tijuana.

Llegó a liderar el cártel de Sinaloa. Pasó de ser lugarteniente de Félix Gallardo a jefe de la organización en sociedad con Héctor El Güero Palma Salazar, porque traicionó a su patrón y formó su propio grupo.

Pero sobrevino la venganza del Jefe de jefes. La esposa de El Güero Palma murió decapitada en 1988 en su domicilio de San Francisco, California. Versiones de la época señalan que Félix Gallardo contrató a un figurín para que enamorara a Guadalupe Leija de Palma. Éste le cortó la cabeza y se la envió a Palma Salazar, quien residía en Culiacán.

Poco después, dos hijos de Palma, Natalie, de cuatro años, y Héctor, de cinco, fueron encontrados muertos en una barranca de 150 metros de profundidad en las cercanías de Caracas, Venezuela, donde los menores habían sido confiados al cuidado de una pariente de Guadalupe Leija.

El Güero Palma fue detenido en 1993 y El Chapo asumió el control total de la organización, con una característica: el constante enfrentamiento con el cártel de los hermanos Arellano Félix.

Eso trajo como consecuencia varios hechos de violencia dirigida en Sinaloa, Jalisco y Baja California, principalmente. Entre los hechos que causaron mayor conmoción figuran: el homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el estallido de un auto bomba en el municipio de Zapopan y el enfrentamiento en la discoteca Christine, en Puerto Vallarta, documentó la PGR.

Caída en desgracia

El Chapo cayó en desgracia el 24 de mayo de 1993, cuando los Arellano Félix le tendieron una trampa en el aeropuerto de Guadalajara. Él volaría a Puerto Vallarta, y ellos, por medio de sus informantes, lo sabían.

Se desató una balacera en la que murió el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien iba a recibir al entonces nuncio Girolamo Prigione. Guzmán Loera salió ileso.

Comenzó su huida, pero fue aprehendido en Guatemala. Extraditado a México, ingresó al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, donde permaneció hasta 1995.

Luego se le trasladó a Puente Grande, de donde se fugó el 19 de enero de 2001.

En los siguientes cinco años, Guzmán Loera debilitó al cartel de Juárez, que inicialmente lo protegió. Logró que Ismael El Mayo Zambada García y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, se pasaran a sus filas.

Según investigaciones de la PGR, ordenó la muerte de Rodolfo Carrillo Fuentes, El niño de oro, quien pretendía organizar una federación de cárteles y dividir el país para que no existiera más violencia entre grupos.

Entre 2002 y 2007 el cártel de Sinaloa incrementó su presencia en el país y pasó de cinco a 23 entidades. Disputó al cártel del Golfo y a Los Zetas el control de zonas como Monterrey y aduanas como la de Nuevo Laredo.

En Ciudad Juárez sostuvo una pugna contra el cártel de esa urbe fronteriza hasta lograr que el otrora cártel de El señor de los cielos se convirtiera en una organización menor.

Para esas fechas comenzaba el declive del cártel de los hermanos Arellano Félix. En febrero de 2002, Ramón Arellano fue asesinado a tiros en Mazatlán, por hombres al servicio de El Mayo Zambada. Un mes después fue detenido Benjamín Arellano, el jefe del grupo. En agosto de 2006, agentes de Estados Unidos detuvieron, supuestamente en aguas internacionales, a Javier Arellano Félix, El Tigrillo.

La organización quedó en manos de Enedina Arellano y su hijo Fernando Sánchez, pero perdieron territorios frente al cártel de Sinaloa, y ahora ambos grupos operan en Tijuana, una de las principales aduanas hacia Estados Unidos.

El cártel de Sinaloa es considerado el mayor grupo criminal en México. Por esa razón las autoridades han ofrecido una recompensa hasta de 30 millones de pesos por información que lleve a capturar a su jefe.

Capone parece aficionado

El 15 de febrero de 2013, El Chapo fue catalogado nuevo enemigo público número uno de Chicago. Así lo determinó la Comisión del Crimen de esa ciudad, la cual también consideró que Guzmán es para los narcóticos lo que Al Capone fue para la cerveza y el whisky.

El vicepresidente de esa comisión, Al Bilek, aseguró que, “comparado con El Chapo, Al Capone parece un aficionado”.

Para las autoridades de Estados Unidos, Guzmán Loera es el principal abastecedor de drogas que se venden en Chicago.

Sus agentes trabajan en el área de Chicago, la tercera ciudad más poblada de Estados Unidos, importando vastas cantidades de mariguana, cocaína y metanfetaminas para vender desde aquí a toda la región, recogiendo a su vez decenas de millones de dólares que son enviados de contrabando a México, indicó la comisión.