En una elemental definición de Dominic McIver Lopes, la fotografía es una familia de procesos que dejan huellas a través de la exposición a la luz.

Pero, ¿cuándo es un arte? Es la pregunta que durante años se ha hecho el filósofo.

La interrogante le ha servido como detonante para muchas de sus teorías e investigaciones que se centran en la representación pictórica y la percepción, en el valor estético y epistémico de imágenes; pero también en su consideración del arte y su valor; en la ontología y el arte digital, así como en las nuevas formas de expresión estética.

La fotografía sí puede ser un arte, pero hay más de trasfondo, se respondió a sí mismo la tarde del lunes 10 de febrero en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes, donde ofreció, ante público en general y estudiantes, la charla Fotografía conectada y desconectada. McIver Lopes fue invitado por el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“Hacer una foto artística –aseguró– no implica que seamos artistas per se. La diferencia entre el dibujo y la fotografía, entre ésta y las artes visuales es lo que las nuevas generaciones deben tomar en cuenta. Hay prácticas que permiten lograr una buena foto”.

Intención de expresar algo más

El especialista del Departamento de Filosofía de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) y autor de varios libros, sostuvo que la fotografía no es un arte representativo, sino actualmente es la iconicidad la que puede indexarse. Las fotografías puras son íconos que se indexan, que reproducen apariencias, lo opuesto a la iconicidad, que es cuando tenemos la intención de expresar algo más, cuando el fotógrafo ejerce un control intencional, aseguró.

Su comentario pareciera una contradicción, pero el teórico de la imagen sostuvo que, primero, hay que recordar que el arte le pertenece a quien tiene una inteligencia libre.

Entonces la fotografía es una representación artística, porque expresa una visión personal. Tiene que ver con el hecho de tomar imágenes a través de una máquina y de expresar las ideas detrás de esa imagen. Podemos suponer que sí es un arte, pero que es algo que va mucho más allá. Es una iconicidad que puede indexarse, pero cuando es un arte tiene formas perceptuales, afirmó.

McIver afirmó que hoy día “el manejo de la tecnología es un mecanismo para controlar el aspecto artístico. En la foto vemos la imagen, la réplica, pero si aplicamos un filtro se convierte en una situación icónica, al cambiar el color a un objeto.

“La fotografía implica una indexación, una expresión de lo que se da en la mente del artista. La fotografía per se no es una imagen artística, por lo que es necesario ver cómo representar las ideas mediante ella... Desechar que las fotos son icónicas es el camino a considerarla arte”.

Four arts of photography es el libro en el que actualmente trabaja y en el cual se profundiza respecto de que al ser la fotografía un arte existen formas conceptuales que deben tomarse en cuenta para entenderla. Pero hay que tener cuidado en reconocer que los íconos que se indexan cumplan con los requisitos artísticos.

Para Dominc, presidente de la Sociedad Americana de Estética –y autor de libros como Beyond art, Sight and sensibility, Understandig pictures, A philosophy of computer art y Four Arts of Photography–, nuestro interés en las imágenes artísticas tiene que ver con las ideas perceptuales. Para revelar algo realmente extraño debemos llevar a un nivel más filosófico el arte de la fotografía o, cómo puede la tecnología ayudarnos para expresar el aspecto bidimensional de ella. El arte fotográfico nos permite manejar lo que está ocurriendo y a los íconos que nos permiten lograr la indexación de ideas de un mundo perceptual.

Explicó: El cerebro es una especie de cámara; se conecta al sistema óptico y a las manos. En el caso de la pintura, se tratan de reproducir imágenes mediante la interpretación, luego conectar las ideas al sistema motriz, para hacer la representación de la imagen intelectual que tenemos. El mayor porcentaje de las pinturas tienen que ver con un sistema intelectual interpretativo, con un sistema mecánico manual y con un sistema conceptual de abstracción del pensamiento.

Agregó: Los procesos han variado y nos permiten hacer arte; es decir, poner cualidades falsas en la iconicidad, los artefactos nos permiten hacer fotografías con su propio mensaje. Técnicas como filtros de colores, filtros de gel, diferentes exposiciones a la luz modifican el resultado final. Adicionalmente, hay técnicas de reproducción que influyen en la percepción, como una fotografía, que es la base para hacer un tapiz, o una fotografía que se reproduce en forma de óleo.

Dominc aseveró que para que una foto sea considerada artística debe tener vida y su propio mensaje. Al aplicar y aprovechar las técnicas una imagen se puede volver etérea y adorable.

Abunda: “En mi libro Beyond the art sostengo que debemos suponer que practicar el arte y hacer una fotografía artística no implica que seamos artistas per se. Es como si dijéramos que (Ludwig van) Beethoven fue un genio porque compuso una partitura. Él lo fue hasta que hizo nueve sinfonías”.

Aseguró que hay elementos que hacen personal a la imagen, luego de exhibir la de un hombre sosteniendo un libro al que le añadió diversos matices. Debemos ver qué hace el personaje para describir lo que está ocurriendo y lo que trató de representar. Sus ojos están llenos de luminosidad, se siente paz en su semblante, y esto nos permite llegar a lo más interno del autor, a cómo expresa sus ideas y lo que trata de reproducir a través de la imagen.