Su milicia combatió al ejército de EU; sorpresa entre partidarios
Lunes 17 de febrero de 2014, p. 30
Bagdad, 16 de febrero.
El clérigo radical chiíta Moqtada Sadr, dirigente del movimiento más importante de Irak, informó hoy su retiro de la vida política, a tan sólo dos meses de las elecciones generales, en una decisión que tomó por sorpresa a sus partidarios, y por el momento se ignora cuál será su impacto en la vida política del país.
Anuncio que no intervendré en los asuntos políticos y que ya no hay un bloque que nos represente a partir de ahora en el gobierno o en el Parlamento
, afirmó Sadr, en alusión a su corriente.
Sadr, de 40 años, quien fue jefe de una milicia armada temible, es un crítico virulento del primer ministro chiíta, Nuri Maliki, a quien en un tiempo apoyó pero después llegó a tacharlo de dictador
y trató sin éxito de apartarlo del poder.
Anuncio el cierre de todas las oficinas relacionadas con las actividades políticas, sociales o religiosas
, señaló el clérigo en plena crisis política y de seguridad, antes de las elecciones legislativas de abril.
También explicó que su gesto busca poner fin a cualquier corrupción en el pasado y a la que pudiera darse en el futuro
y que pudiera atentar contra la reputación de su familia.
Sadr formó una milicia 60 mil integrantes llamada Ejército Al Mahdi, cuyos hombres combatieron a las fuerzas de Estados Unidos tras la invasión del 20 de marzo de 2003 con el pretexto de que el entonces presidente Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, las cuales, nunca fueron encontradas.
Sadr, quien durante los últimos meses se consagró a sus estudios religiosos, argumenta en su comunicado que la decisión se debió a la preservación de la reputación honorable de los dos mártires de la familia Sadr
, su padre y otro pariente muertos durante el gobierno de Hussein, derrocado el 8 de abril de 2003 por las tropas invasoras y ejecutado en la horca el 30 de diciembre de 2006.
La corriente de Sadr cuenta actualmente con 40 diputados en el Parlamento (de un total de 325), incluido el vicepresidente Qusai Abdel Wahab Suhail, y seis ministros en el gobierno. Hasta el cierre de esta edición, ningún funcionario gubernamental reaccionó a este anuncio.
Sin embargo, en el sector de Sadr, sus partidarios están asombrados. “Esta decisión fue un shock y no conocemos ni sus motivaciones ni sus consecuencias, e ignoramos si es definitiva o temporal”, afirmó un líder de la corriente sadrista.
Moqtada Sadr goza de una inmensa popularidad entre los chiítas pobres de Irak. Siempre lleva un turbante negro, aparece rara vez en público y se mantiene alejado de la prensa.