El comité ejecutivo nacional de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y campesinos (Cioac) se deslindó de las acciones de la denominada Cioac Democrática contra las bases zapatistas de la comunidad 10 de Abril, en el municipio autónomo 17 de Noviembre, Chiapas, los pasados 27 y 30 de enero.

“La ‘Cioac Democrática’ nada tiene que ver con nuestra Cioac, ya que quienes conforman esa agrupación tienen varios años que se separaron de nosotros, específicamente en el estado de Chiapas”, sostuvieron Federico Ovalle Vaquera, secretario general, y los secretarios de planeación rural y de relaciones de la organización, Gilberto Silvestre López y Laura Santiago Reyes, respectivamente, en una carta dirigida a los grupos campesinos que integran la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo-Vía Campesina (Cloc-Vc), en la que definen su postura ante los hechos violentos perpetrados por pobladores del ejido 20 de Noviembre (municipio oficial Las Margaritas) y dirigentes de la Cioac Democrática.

“Nos han llegado informaciones sobre un grupo de campesinos organizados en la ‘Cioac Democrática’ que atacó a bases de apoyo zapatistas en el ejido 10 de Abril, perteneciente a la junta de buen gobierno Corazón del arcoíris de la esperanza, caracol Torbellino de nuestras palabras, Morelia (municipio oficial de Altamirano)”, así como agresiones y retención contra trabajadores del hospital San Carlos. Desde la Cloc-Vc lamentamos y repudiamos los hechos ocurridos y nos solidarizamos con las familias agredidas”.

La coordinadora, que como integrante de la Vía Campesina internacional ha sido cercana al zapatismo durante muchos años, apunta: No es la primera vez que nos llegan estas tristes e indignantes noticias; ya recibimos anteriormente informes de otras bases campesinas que bajo presión y extorsión del gobierno atacaron e invadieron a comunidades zapatistas.

Cloc-Vc hace un fuerte llamado a las organizaciones campesinas mexicanas para que no se dejen engañar bajo las trampas y artimañas del gobierno y las élites mexicanas. Nuestros enemigos no son hermanos campesinos indígenas, ni trabajadores, ni estudiantes. Nuestra lucha y nuestra fuerza deben ir contra corporaciones, agronegocios y capitalistas que especulan con la tierra, los bienes naturales y los alimentos. Los mismos que explotan trabajadoras y trabajadores, destruyen la naturaleza y acaparan alimentos mientras millones pasan hambre.

En su deslinde, la coordinadora latinoamericana sostiene: La lucha por la tierra no puede nunca querer arrebatar la de los humildes, de nuestros hermanos y hermanas. La lucha por la reforma agraria es por la democratización de la tierra, y eso significa distribuir la que hoy está en pocas manos, concentrada y puesta en función del capital. La tierra que detentan empresarios y corporaciones trasnacionales. Nuestra lucha es contra los tratados de libre comercio, contra el TLCAN y todas las políticas genocidas del imperialismo norteamericano y los gobiernos que a él se subordinan a espalda de los pueblos.

Llamando a las organizaciones a priorizar el diálogo y los acuerdos, y desterrar el uso de la violencia para con las organizaciones compañeras, la Cloc-Vc concluye: nuestra lucha es de unidad, de hermandad, de solidaridad; más allá de la etnia, la nacionalidad o el lugar donde nos encontremos. La descolonización empieza por nosotras y nosotros mismos.