implemente, no debería ser noticia, pero vale la pena, de cualquier forma, comentar lo que trae tan nerviosos tanto a los perredistas del DF como a muchos de los funcionarios del gobierno local y a sus delegados: una encuesta.

No sabemos si es real o se trata de eso que en política se llama buscapiés, pero lo cierto es que la mencionada encuesta parece haber obtenido de los habitantes de la ciudad de México una opinión que no debería sorprender a nadie, porque desde hace ya buen tiempo la advertencia que señalaba el derrumbe del PRD se había lanzado desde muchas partes y dentro de ese partido, y nadie hizo caso.

Bueno, la cosa es que el sondeo asegura que si las elecciones hubieran sido el mes pasado, Morena, de López Obrador, que participaría por primera vez en una elección, lograría ganar siete de las 16 delegaciones del DF, y las otras nueve quedarían repartidas entre el PRI y el PAN; es decir, el PRD no alcanzaría ninguna.

Aunque nadie pueda dudar de que esa medición interprete la realidad más cruda sobre el impacto que ha tenido el colaboracionismo de ese partido con los gobiernos de derecha del PRI y del PAN, nos parece que ese no será el resultado de la elección del próximo año en esta ciudad.

Y no, no se trata de querer evadir las causas que provocarían esa caída, sino de no dejarse llevar por una verdad aparente que no permite discrepancias. Nadie puede negar que el trabajo de los chuchos, que con su izquierda moderna, colaboradora de las derechas, y que según comenta Ortega, ha logrado acuerdos con PRI y PAN para que el país avance, y tiene como resultado final, y oficial, una montaña de 5 millones de nuevos pobres en el país, ha dañado profunda, y tal vez irreversiblemente, la confianza de los electores en el PRD.

Además, no se puede eludir que también la labor en algunas delegaciones del Distrito Federal, hoy en manos del PRD, se ha convertido en una de las causas que colocaría a ese organismo fuera del trabajo político que importa para el PAN o para el PRI, es decir, ya no servirían ni para jugar nuevas traiciones; estarían verdaderamente acabados y eso no lo pueden permitir los jefes tribales que tanto han trabajado para que las derechas gobiernen.

Por eso es que no creemos que la encuesta, aunque refleje la realidad, no sepa decirnos la verdad. No es posible creer que las huestes de René Bejarano pierdan delegaciones de mayor relieve, aunque Iztapalapa y Cuauhtémoc podrían convertirse en territorio de Morena, e incluso en GAM se podría dar la sorpresa, con lo que, territorialmente, Morena sería el partido dominante en la capital del país.

Pero decíamos: Álvaro Obregón sería para Bejarano, y de persistir el capricho de la delegada de Iztacalco, esa demarcación caería en manos del PRI, junto con Xochimilco y Magdalena Contreras, donde el trabajo de la titular actual ha hecho que muchos de los mayores apoyos que tenía el PRD en aquel sitio, ahora juren y perjuren: ni un voto a los amarillos.

Y por último, otra encuesta de la que también se sabe, pero que supuestamente nadie ha visto, como la anterior, asegura, nos dicen, que las opiniones favorables a Miguel Ángel Mancera han sufrido un drástico deterioro. En el momento de realizar la encuesta, Marcelo Ebrard estaba por encima de Mancera, y Andrés Manuel López Obrador superaba a todos los políticos mencionados en el DF, con mucho.

De pasadita

Cuentan que la diputada por Xochimilco, Ana Julia Hernández, logró reunir a cerca de 10 mil personas para escuchar su informe de labores, y hay quienes aseguran que esa legisladora se lanzará a competir por la jefatura delegacional. De ser cierto, la señora tendrá que trabajar horas extras, porque Xochimilco es de las nueve que por el momento se dan por perdidas para el PRD. ¡Ojo, mucho ojo!

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