Martes 11 de febrero de 2014, p. 20
Londres, 10 de febrero.
Las inundaciones que afectan al suroeste de Inglaterra se extendieron este lunes a las inmediaciones de Londres con la crecida del Támesis, que afectó a cientos de habitaciones.
En total, hay 14 alertas por inundación en los condados de Berkshire y Surrey, al oeste de Londres, donde está el castillo de Windsor.
Varias zonas, incluido el gran parque de Windsor, situado cerca del castillo de la reina Isabel II construido sobre una colina, estaban ya inundadas.
La Agencia para el medioambiente anunció que entre 800 y 900 casas resultaron inundadas el fin de semana pasado. Otras miles están amenazadas.
La capital está protegida por una presa en el barrio Woolwich (sur) pero la ciudad de Croydon, en la periferia sur de la capital, bombea agua para proteger viviendas y comercios.
En el condado de Berkshire, los bomberos socorrieron a 16 personas el lunes, principalmente en la localidad de Wraysbury, que estaba inundada.
Mientras continúa la ira de los damnificados, políticos y la agencia para el medioambiente (AE) se responsabilizaban mutuamente de la catástrofe.
El presidente de la AE, Chris Smith, presionado para que dimita, declaró el lunes en la Radio 4 de la BBC que sus equipos sabían "100 veces más sobre la gestión de riesgos en materia de inundaciones que cualquier político".
"La AE se rige por reglas fijadas por el gobierno", recordó, antes de agregar que "gran parte del problema" era la financiación.
Las compañías de seguros deben hacer frente por el momento a 500 millones de libras (600 millones de euros, 800 millones de dólares) de rembolsos por las consecuencias del mal tiempo desde las fiestas de fin de año, según la consultoría Deloitte.
El primer ministro británico David Cameron anunció que iba a desbloquear 130 millones de libras (155 millones de euros, 210 millones de dólares).