Chilpancingo, Gro., 10 de febrero.

Javier Hernández Valencia, representante en México de la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay; Édgar Cortez, investigador del Instituto de Derechos Humanos y Democracia, y Abel Barrera Hernández, del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, coincidieron por separado en que es grave la situación de los desplazados por la violencia en los municipios de Apaxtla de Castrejón y Teloloapan, al igual que en otros estados.

Cortez sostuvo que desde el año pasado suman más de 100 mil desplazados por la violencia en México. Afirmó que el problema se está agudizando en Guerrero y que en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha advertido que podría derivar en una catástrofe alimentaria.

Agregó que hay una política de los gobiernos estatal y federal de no hablar del tema; por eso sin duda seguirá creciendo.

Javier Hernández, representante de la Alta Comisionada de la ONU, dijo que numerosos ciudadanos huyen de la violencia y de la impunidad que viven por complicidad de las autoridades.

Abel Barrera afirmó que los desplazados son un problema que se ha invisibilizado. Hay comunidades que están siendo desplazadas por muchos factores, entre ellos el crimen organizado.

Indicó que las autoridades no están comprometidas con los desplazados, que ahora son la población más vulnerable y tampoco han aceptado que en Guerrero hay muchas familias expulsadas que no están siendo atendidas.

Consideró que no basta la presencia de la policía estatal ni la del Ejército o la Marina, que ya no son actores de confianza, y eso es muy grave, es una señal de descomposición institucional, de la crisis de seguridad y, sobre todo, del trabajo que deberían hacer para proteger a la población.

Barrera Hernández aseguró que mientras mayor es la presencia de corporaciones policiacas, mayor es la vulnerabilidad de la población. La gente no va a presentar denuncias porque no hay confianza en las instituciones. Hay serias dudas sobre los vínculos de algunos de sus elementos con grupos del crimen organizado. Eso es muy grave porque no se ha querido depurar a las instituciones. Se ve como un problema externo.

Los tres defensores de los derechos humanos participaron este mediodía en Chilpancingo, junto con Agnieszka Raczynska, secretaria de la Red Todos los Derechos para Todas y Todos, en la presentación del libro Acompañando la esperanza: 20 experiencias en defensa y promoción de los derechos humanos.