a semana futbolera estuvo aderezada con el infaltable tema de Carlos Vela con todo tipo de opiniones. Hay quienes respaldan o al menos comprenden su postura, empezando con el Pentapichichi Hugo Sánchez; sin embargo, la gran mayoría decidió aplicarle un linchamiento mediático y desde ahora ya es un indeseable e inombrable para muchos.

Vela, no obstante, fue congruente de principio a fin, nunca dio el sí ante el cortejo de los federativos y técnicos que desfilaron frente a él –con González Iñárritu a la cabeza– y que no se cansaron de hacer el ridículo en esas giras ociosas que ya institucionalizaron los técnicos en turno del Tri. Tienen, pues, lo que merecen, el enésimo desdén de un jugador que quizá ya perdonó aquel castigo sufrido junto con Efraín Juárez y que siempre consideró injusto.

Desde San Sebastián, Vela está al tanto de todo, argumentó que sus colegas merecen más que él estar en el gran escenario tras haber conquistado el boleto en un sufrido trance, en el que recibieron presión, insultos, agresiones y malos tratos, explica su representante Eduardo Hernández. Sin duda, eso es justo lo que el quintanarroense desea evitarse hoy: insultos y críticas. Es mejor así, dar tiempo al tiempo.

La realidad es que el Penta en sus mejores momentos tampoco significó el fiel de la balanza en el equipo tricolor, al contrario, siempre se le reprochó no haber dejado todo con la playera verde como lo hizo con el Real Madrid. Sus penales fallados son un dolor de cabeza, y ya ni hablar de su etapa con director técnico. Un desastre.

A la otra gran luminaria mexicana, el zaguero Rafael Márquez Álvarez, quien refulgió y ganó todo con el Barcelona, se le recuerda principalmente por haberse hecho expulsar en los momentos claves en las Copas del Mundo, desde el Mundial Juvenil de Nigeria en 1999, igual en Corea-Japón 2002, la Copa Confederaciones Alemania 2005 y el hexagonal de Concacaf 2009 rumbo a Sudáfrica.

Pese a ese historial al que se añaden sus indisciplinas en la liga estadunidense, hoy Rafa se dispone a vivir su redención. El Piojo Herrera apuesta por su experiencia y con toda antelación ya le colocó el gafete de capitán. Tal vez algún día Carlos Vela tendrá también tiempo para eximirse o cambiar de parecer.

Gerardo Torrado, ex capitán del Tri, acusó el golpe y fiel a su carácter dijo que en la selección hay una competencia desleal porque Herrera ya tiene a sus preferidos. En efecto, no sólo está firme Márquez Álvarez, también se da por segura la participación de Moisés Muñoz, quien fue clave para que el hoy seleccionador alzara por fin el cetro de campeón de liga. Simple ecuación: Si Moi llevó al Piojo al Tri, pues ahora el Piojo jala a Moi.

La determinación de Vela aumentó las esperanzas de otros atacantes, pero quien parece estar en el limbo con todo y su pase al Bayer Leverkusen es Andrés Guardado, pues Miguel Layún ha ganado terreno importante en el corazón del timonel. Guillermo Ochoa, quien ya una vez fue desplazado por el veterano Óscar Pérez, hoy podría de nuevo quedar marginado. Si algo sobra en México son guardametas.

Y mientras el Tri roba cámara, la liga aburre, el torneo Clausura 2014 transcurre mezquino, en la aridez y con emociones a cuentagotas. Ver tres goles en un partido ya es algo así como una lotería. Y ver a Martín Bravo en la cima de romperredes es el milagro auriazul, porque de casualidad La Rata sigue ahí, ya que, como se recordará, la directiva universitaria estaba lista para darlo de baja, sólo que el jugador argentino pidió una oportunidad más ¡y vaya que ha respondido!

Bravo está viviendo su mejor torneo en México, mientras el resto de los refuerzos han quedado a deber. Dante López luce tan gris como cuando se fue. Leandro Augusto ya no tiene el fuelle que se requiere para destacar en un equipo de tanto desgaste físico; sin embargo, la reacción ha sido suficiente para acallar las críticas y a los Trejo, Mario y José Luis, ya les cambió el rostro.

Quien sigue con el entrecejo fruncido es Ricardo Ferretti. El Tuca a estas alturas seguramente está asimilando la idea de que su romance con Tigres se tambalea. El equipo no ha podido levantar la cara y está en el último lugar, toda una afrenta para la orgullosa afición, considerada la mejor del país. Qué lejano se ve aquel diciembre de 2011, cuando se hizo bulla con la idea de hacerle una estatua a Ferretti.

Cruz Azul se mantiene en la cima, pero quien sigue llamando la atención es el Toluca de Isaac Brizuela, qué lástima que el Piojo y su enorme comitiva ande de paseo por Europa y se esté perdiendo las actuaciones del Conejito. El Gullit Peña es otro jugador que, pese al declive de La Fiera, se mantiene como firme candidato para ir al Mundial.

Toño García puede llevar a las instancias supremas el caso de la compraventa del Atlas, pero la realidad es que el Atlante sigue en veloz carrera hacia el descenso y los rojinegros, pese a su inconsistencia, difícilmente se dejarán rebasar.

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