La Habana, 8 de febrero.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acusaron al gobierno colombiano de tratar de minimizar la repercusión de las escuchas ilegales al equipo negociador de paz por parte de la inteligencia del ejército.

Las FARC cuestionaron a Juan Manuel Santos por cambiar su discurso inicial en el sentido de que fuerzas oscuras serían las responsables de las presuntas interceptaciones telefónicas con el propósito de sabotear el diálogo que transcurre en La Habana.

Nadie entiende la voltereta del gobierno, que de la noche a la mañana cambia su apreciación como veleta al viento, frente a tan graves hechos. La paz no es subversiva ni terrorista para que sea sometida a espionaje y seguimiento con la justificación del propio gobierno, dijo Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla.

No podemos compartir que las fachadas de inteligencia sean totalmente lícitas, que sus operaciones sean ajustadas a la ley (de inteligencia) y que no tengan nada de irregular, como pretende ahora la administración de Santos, afirmó.

En un comunicado leído ante la prensa, sostuvo que se necesita estar ciego para no ver que el propósito de esa actuación ilegal de los enemigos de la paz, es hacer explotar en mil pedazos el proceso de La Habana.

El caso de espionaje que investiga el gobierno colombiano y cuyos resultados se conocerán la próxima semana, salieron a la luz luego de que la revista Semana dijo que desde un local habilitado como restaurante en Bogotá se intervinieron las comunicaciones privadas de los negociadores.

Ante la denuncia, el presidente señaló que el espionaje era totalmente inaceptable, pero horas después y en un intento por aclarar el tema, consideró que eran totalmente lícitas las operaciones de inteligencia que usan fachadas.