El investigador del INAH inició el ciclo por los 36 años del descubrimiento de Coyolxauhqui
Domingo 9 de febrero de 2014, p. 6
El asombro que experimentan los arqueólogos al abrir un sarcófago y las descripciones de las exploraciones en las tumbas del faraón egipcio Tutankhamon, del emperador chino Qin Shi Huangdi, la Tumba 7 de Monte Albán, del gobernante Pakal en Palenque y la del tlatoani Ahuízotl, fue compartido por el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma en el ciclo Coyolxauhqui 36 Aniversario.
La serie de actividades para conmemorar el descubrimiento del monolito de la diosa lunar, el 21 de febrero de 1978, se inició este sábado en el auditorio del Museo del Templo Mayor, con la ponencia del investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Matos Moctezuma eligió como tema las cinco grandes tumbas que se encontraron a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI, ya que esos hallazgos repercutieron en la arqueología e historia a escala internacional; asimismo, aclaró que esa información se encuentra en su libro Grandes hallazgos de la arqueología: de la muerte a la inmortalidad.
El hilo conductor de la intervención de Matos Moctezuma fue la confrontación de ese personaje tan poderoso, que murió hace siglos, con el arqueólogo que lo encuentra, convirtiéndo al personaje en figura inmortal.
En esa conjunción de descubridor y descubierto se da una relación interesante. Cada uno de los capítulos del libro dedicado a las tumbas comienza con las palabras que el arqueólogo escribe en su diario sobre la impresión al momento del hallazgo y sus sensaciones al ver lo que había dentro de aquellas tumbas
, señaló el fundador del proyecto Templo Mayor, uno de los más importantes en la historia de la arqueología de México.
Con imágenes que se proyectaron mientras el arqueólogo compartía sus conocimientos, el público conoció al inglés Howard Carter, quien descubrió la tumba de uno de los faraones más famosos hoy día: Tutankhamón.
Al referirse al hallazgo del 5 de noviembre de 1922, en el Valle de los Reyes, en Egipto, el arqueólogo explicó que el trabajo de Carter fue muy importante porque en los siglos XVII y XIX las tumbas de los faraones fueron saqueadas y no se conocían los ritos mortuorios de los reyes, y Carter tuvo la fortuna de acceder a la tumba de un faraón muy joven, que murió a los 17 o 18 años, hijo de uno de los grandes dignatarios.
En las imágenes se apreciaron las diversas cámaras y sarcófagos donde se encontró Tutankhamon, así como una reconstrucción del rostro del joven faraón basado en el cráneo y la piel reseca que se conservaba.
Leyendas y teorías
Sobre la tumba imperial china de Qin, el especialista relató como el emperador movilizó a más de 700 mil hombres para construir su mausoleo y varias tumbas que por fuera es una montaña con árboles, pero hacia el exterior de la tumba, los arqueólogos chinos encontraron infinidad de fosas, entre ellas una donde fueron enterrados ocho mil soldados, los guerreros de terracota.
Matos Moctezuma también compartió datos interesantes sobre las leyendas en torno al interior del mausoleo del emperador, quien buscaba el filtro de la eternidad.
Respecto de la Tumba 7 de Monte Albán, en Oaxaca, el arqueólogo subrayó el trabajo de Alfonso Caso, quien excavó la tumba y recogió cada elmento que componía la increíble ofrenda, lo cual permitió un registro completo sobre los antiguos pobladores.
En su ponencia también se refirió al hallazgo de la tumba de Pakal, en el templo de las Inscripciones, en Palenque, realizado por el arqueólogo Alberto Ruz, y su relación con la Reina Roja que, de acuerdo con estudios de ADN podría tratarse de la esposa de Pakal.
El investigador del INAH concluyó su conferencia Cinco tumbas reales de México y el mundo con la descripción del entierro de Ahuízotl, que se encontró bajo el monolito de Tlaltecuhtli, frente al Templo Mayor.
El ciclo de conferencias continuará los días 15 y 22 de febrero con la participación de Raúl Barrera Rodríguez y su equipo del Programa de Arqueología Urbana, que hablarán de los análisis de las ofrendas encontradas en la Plaza Manuel Gamio y los contextos rituales frente al Templo Mayor.