El sello independiente Amarillo Editores, que dirige la poeta Mónica Soto Icaza, celebró ayer 10 años en el Museo Nacional de Arte, con la presentación de los primeros seis títulos de su colección de poesía Pájaros de Papel.

En palabras de la directora, la colección tiene la finalidad de devolver la poesía a los lectores, para que exista una nueva apertura hacia ese género tan estigmatizado.

Amarillo Editores busca romper con la idea de que la poesía es para cierto tipo de lectores con la publicación de poemas que “la gente pueda entender sin saber de poesía.

La intención es poner al alcance de todos libros que valgan la pena. No necesariamente queremos hacer libros que se vendan muchísimo en las librerías, comenta Mónica Soto a La Jornada.

Conjuro sobre tu piel, de Carlos Bracho; Mujeres rumorosas, de Perla Schwart; Porquita fe, de Arturo Sodoma; Juntos al norte, de Rosario W. Towns; La orilla desnuda, de Jade Castellanos, y Renglones, de Andrés Castuera-Micher, son los primeros seis títulos de Pájaros de Papel.

Más de cien libros de 200 autores

En esta década, Amarillo Editores ha publicado 115 libros de más de 200 autores; ha logrado colocarse en las grandes librerías, a pesar de que la producción editorial es muy cara y la expectativa de venta, sobre todo de autores noveles, es pequeña.

Soto Icaza, galardonada en 2001 con el Premio Municipal de la Juventud, en Naucalpan, estado de México, por su proyecto editorial, considera que los 10 años han sido una carrera de resistencia, porque la industria editorial en México es complicada, tenemos pocos recursos y los espacios a veces se limitan, pero siempre encontramos puertas abiertas en librerías como Gandhi, El Sótano, el Fondo de Cultura Económica, Educal y El Péndulo, lo que ha ayudado a tener una distribución importante.

Para la editora fue un logro colocar dos de sus títulos en la lista de libros más vendidos en el sitio de Internet, uno de ellos fue Hoy no me bañé, de Javier Allard de Landa.

Desde su creación, Amarillo Editores se ha caracterizado por ser una editorial independiente que trabaja en conjunto con el autor y ajusta su sistema de edición según las necesidades de los escritores, distribuidores y lectores.

Mi intención siempre fue que los autores no se sintieran como mercancías, sino como amigos, lo cual ha sido maravilloso, porque nos ha permitido generar una relación muy buena con ellos; la prueba es que todavía se animan a colaborar con nosotros, y eso es importante.

Asimismo, la editorial ha apoyado a nuevos escritores que con tenacidad y paciencia buscan la profesionalización del oficio. “Hemos publicado todo tipo de literatura: novela, cuento, poesía, ensayo y teatro, y más allá de la trayectoria nos interesa que el autor hable por sí mismo en su obra, por eso incluso hemos publicado a autores muy jóvenes.

Tengo una escritora de nueve años de edad en la colección de libros infantiles; se trata de una edición pagada por la editorial no por el autor. También tenemos universitarios, personas de la tercera edad y gente de diversas ocupaciones, pero es importante que muestren interés en el mundo literario, me importa mucho la actitud del autor ante su obra.