La batalla sigue, dice experto a La Jornada
El gobierno portugués hizo de todo para subastar las 85 obras de Miró
Viernes 7 de febrero de 2014, p. 4
Luego de que Christie’s canceló la subasta de 85 obras del artista catalán Joan Miró, por encargo del gobierno de Portugal y de que esa casa londinense emitiera un comunicado para informar que a pesar de que el tribunal portugués no había impedido la venta, las incertidumbres legales creadas por esta diputa nos impedían garantizar la venta de la obra
, la polémica prosigue.
En entrevista para La Jornada, Pedro Lapa –historiador del arte y director del Museo Berardo de Lisboa, dedicado al arte moderno y contemporáneo– y uno de los principales activistas contra esa venta, opina al respecto.
–¿Qué fue lo que paró la puja?
–No lo hizo el tribunal, sino las obras que salieron ilegalmente de Portugal, porque no cumplían con los requisitos burocráticos para dejar el país.
–¿El gobierno portugués no fue el que decidió impedirlo?
–No. Al contrario, hizo de todo por llevar a cabo la subasta.
–¿Usted es de los pocos en Portugal que ha podido ver la colección?
–Sí. Cuando fue adquirida por el Banco Portugués de Negocios intenté hacer una exposición para difundir la diversidad de la obra de Miró, que fuera el núcleo para crear un museo de arte moderno y contemporáneo internacional estatal, que Portugal no tiene, pues el Museo Berardo es privado, aunque tiene un acuerdo estatal.
–¿Qué importancia ha tenido la movilización civil?
–Esto ha sido muy reciente; empezó a mediados de enero cuando se acordó la subasta con Christie’s, donde se activaron los partidos políticos de oposición, la opinión pública y el Parlamento ha escuchado a algunos de nosotros.
–¿Es un movimiento proveniente del ambiente cultural o de personas comunes?
–Ha partido del ámbito intelectual, pero se hizo una petición pública con 10 mil firmas. Como Portugal es un país pequeño, eso es significativo, sobre todo porque la población sólo conoce la obra por televisión o el periódico.
–¿ Cuál es el efecto de la reunión del Parlamento del viernes pasado para discutir la subasta?
–La mayoría del Parlamento optó por la subasta.
–¿Por qué subastar las obras si eso no resuelve siquiera mínimamente el agujero financiero?
–No cubriría ni siquiera 0.8 por ciento del déficit del banco. El problema es financiero, las obras son vistas como un activo y los activos deben ser vendidos sin escrutinio. Ha sido una gestión del Ministerio de Finanzas que no ha tenido la sensibilidad de comprender el valor patrimonial de la colección, lo cual es grave.
–¿Cuál ha sido la reacción del Ministerio de Cultura?
–No tenemos un Ministerio de Cultura y el secretario de Estado de Cultura no se ha opuesto, creando una situación muy ambigua, diciendo que la adquisición de las obras de Miró no es una prioridad.
–¿La batalla ha terminado?
–No, tenemos una segunda oportunidad que permitirá una reflexión sobre la importancia de esa colección. No será fácil porque el mando de las finanzas es ciego, no considera otros valores más allá del dinero. Pero vamos a intentar mostrar estas piezas a los portugueses para crear una discusión pública sobre el valor y que la reconozcan finalmente como parte de ellos.