Desaceleración productiva y caída del peso, otras de las causas
Jueves 6 de febrero de 2014, p. 5
En un contexto de repunte inflacionario, desaceleración de la actividad productiva y depreciación del peso, la confianza de los hogares en México sobre la situación económica propia y la del país tuvo un derrumbe anual de 15.5 por ciento en enero de este año, medida a través del Índice de Confianza del Consumidor. El hundimiento registrado por este indicador fue mayor a las más pesimistas expectativas de los especialistas.
Rafael Camarena, del grupo financiero Santander México, comentó la víspera que ‘‘el consenso de los analistas participantes en la encuesta realizada por la empresa Bloomberg anticipa que el Índice de Confianza del Consumidor se habría ubicado en enero en 90.1 puntos, que implicaría una caída de 9.9 por ciento anual’’. El repunte de la inflación y la menor dinámica de creación de empleos están afectando los niveles de confianza y por tanto las decisiones de gasto, dijo.
A 13 meses del inicio del primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la posición de este indicador se ubicó en 84.5 unidades en enero de 2014, su nivel más bajo desde abril de 2010. En diciembre de 2013 se situaba en 100 puntos. Sin embargo, se trata de la mayor caída anual desde mayo de 2009, cuando este indicador marcó un hundimiento anual de 20.4 por ciento, en el peor momento de la recesión hace cuatro años.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en la variación mensual, con cifras desestacionalizadas, el índice de confianza cayó 6.20 por ciento en enero respecto de diciembre de 2013. Los especialistas del grupo Invex comentaron que la confianza pudo haberse mermado ‘‘por la implementación de la reforma fiscal, la visión negativa sobre la energética y el delicado desempeño de la economía en el último trimestre de 2013’’.
Elaborado con los resultados de una encuesta aplicada en 2 mil 236 viviendas de las 32 ciudades más importantes del país, el Índice de Confianza del Consumidor registró caídas pronunciadas en sus cinco componentes. En particular el que responde a la pregunta sobre la posibilidad de comprar muebles, aparatos electrónicos o línea blanca, el cual registró un hundimiento de 22.9 por ciento respecto de la posición que tuvo en enero de 2013.
Le siguió el componente que mide la percepción sobre la situación actual de la economía respecto de la que se tuvo hace 12 meses, el cual se derribó 19.7 por ciento. En tanto, el indicador que evalúa la perspectiva económica dentro de un año, comparada con la actual, reportó un desmoronamiento de 18 por ciento.
Sobre la situación económica actual de los hogares, comparada con la de hace 12 meses, se registró una caída de 8.6 por ciento en enero de 2014. Mientras, el que detecta la percepción sobre cuál será su situación económica dentro de un año, comparada con la presente, reportó un quebranto anual de 9.9 por ciento.