Ginebra, 5 de febrero.

La manera más rápida de prevenir la violencia sexual de los sacerdotes católicos es que el papa Francisco destituya del ministerio a todos los abusadores y que castigue con dureza a los compañeros y superiores que permitieron sus crímenes. Pero al igual que sus predecesores, él se ha negado a dar siquiera pequeños pasos en esa dirección, denunció la Red de Sobrevivientes de Abusos por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) en su primera reacción ante la severa condena del Comité de los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU) dado a conocer este miércoles.

Barbara Blaine, presidenta de la SNAP, dijo hoy que el crítico informe es una llamada de atención para que la justicia persiga a los curas pedófilos.

Ahora los funcionarios seculares tienen que seguir a la ONU e intervenir para proteger a los vulnerables, porque los dirigentes católicos, o bien son incapaces o no desean hacerlo, aseguró.

Para Jon O’Brien, presidente de Católicos por el Derecho a Decidir, si el Papa en verdad quiere dar vuelta a la página del escándalo de los sacerdotes pedófilos, debe inmediatamente cesar a cualquier obispo de cualquier diócesis bajo cuya autoridad un sacerdote haya abusado de niños, y que ese crimen haya sido encubierto para impedir que las autoridades civiles lo investigaran.

En diciembre pasado, el Vaticano anunció la creación de una nueva comisión para analizar los casos de abuso que reportaría directamente al Papa argentino sobre los progresos en las investigaciones, así como la implementación de nuevas iniciativas para combatir el problema.

Según el diario The Washington Post, numerosos grupos de víctimas de abusos de clérigos católicos que manifestaron su beneplácito por el informe difundido hoy por la ONU, consideran que la comisión nombrada por Jorge Mario Bergoglio ha hecho demasiado poco y demasiado tarde.

Queremos interpelar al papa Francisco, dijo Alberto Athié, un ex sacerdote católico que dejó el ministerio en medio de presiones de la Iglesia por haber apoyado a seminaristas que denunciaron a Maciel.

El caso más sonado en México ha sido el de Maciel, fundador de la Legión de Cristo, fallecido en 2008, quien tras años de recibir el respaldo de la Iglesia católica fue señalado por el mismo Vaticano, en 2010, de haber llevado una doble vida que incluyó abusos a seminaristas y de haber procreado al menos tres hijos con dos mujeres diferentes.