Cuernavaca, Mor., 5 de febrero.

Tlaquiltenango se convirtió ayer en el cuarto municipio de Morelos donde la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado toma el control de la policía local, luego que los alcaldes reconocieron haber sido rebasados por el crimen.

En rueda de prensa, el encargado de despacho de la SSP, Alberto Capella Ibarra; el procurador Rodrigo Dorantes Salgado y el alcalde de Tlaquiltenango, Mauricio Rodríguez González, informaron que el mando único coordinado se hizo cargo de la seguridad en esa localidad, al igual que en Yautepec, Amacuzac y Tlaltizapán.

Capella reportó que en Yautepec seis de los 120 policías locales podrían tener nexos con criminales. Azotado por una ola de secuestros desde finales del año pasado, Yautepec es gobernado por el perredista Agustín Alonso, a cuyo hijo lugareños acusan de proteger a bandas de plagiarios.

Sobre Amacuzac comentó que se evalúa a los 53 agentes municipales, a quienes el alcalde Noé Reynoso, del Partido Verde Ecologista de México, acusó de corrupción y de otros ilícitos.

Rodríguez González, del Partido del Trabajo, explicó que cedió la seguridad pública al gobierno del estado porque carece de recursos para depurar la corporación.

Alberto Capella subrayó que la SSP ayudará a los ayuntamientos a certificar a sus policías; además los apoyará con patrullas, armas y agentes estatales.

Por separado, el diputado local y ex alcalde de Amacuzac Alfonso Miranda Gallegos, enfrentado con el actual edil, Noé Reynoso, demandó al gobierno de Morelos que resuelva la ingobernabilidad en el municipio.

Negó estar relacionado con el asesinato del secretario de seguridad pública Justo Buenaventura, con el secuestro del padre de Noé Reynoso y con la toma de las oficinas del ayuntamiento, encabezada por su hermano Jorge.