Morelia, Mich., 5 de febrero.

Aunque la situación de violencia en Michoacán propició un plan de contingencia con una inversión superior a 45 mil millones de pesos por parte del gobierno federal, los gestores culturales y artísticos independientes consideran que el surgimiento de conflictos armados en la entidad no es un problema grave para realizar su quehacer, sino que el verdadero obstáculo es la deficiente distribución de recursos económicos por el Estado, según el primer Perfil de gestores culturales autónomos desarrollado en Morelia y difundido este martes.

El estudio estadístico impulsado por la asociación civil RedLab Laboratorio de Gestión y Vinculación Cultural, presidida por Gabriela Anguiano, se adelantó por horas a la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Morelia para informar sobre los planes del gobierno federal, y revela que el ámbito de la cultura y el arte en Morelia está lleno de contradicciones y obstáculos: existen espacios de formación artística mas no de gestión cultural, según encuestas aplicadas a 45 promotores independientes que encabezan las actividades de 313 individuos vinculados a esa labor.

Se detectó que 40 por ciento de los gestores culturales nacieron en Michoacán, 20 por ciento proviene de la ciudad de México y 40 por ciento de otros estados, además de que 50 por ciento de ellos se involucró en esa labor con la finalidad de abrir espacios para su propia obra artística ante la carencia de opciones en el sector gubernamental.

Énfasis en los jóvenes

En lo que respecta a la oferta artística existe un equilibrio evidente entre las artes visuales, con 18 por ciento del total; artes escénicas, 17 por ciento; artes sonoras, 17 por ciento; multidisciplinarias, 15 por ciento, y artes plásticas, 15 por ciento. Siguen literatura, con 11 por ciento, y curaduría con 7 por ciento.

Al momento de contestar a la pregunta sobre las dificultades que enfrentan en el trabajo, la mayoría de los gestores culturales seleccionaron como primera opción la recaudación de fondos (27 por ciento), seguido por la falta de público (14 por ciento), la publicidad y promoción (11 por ciento) y la falta de espacios (10 por ciento). Resulta curioso que el acceso a la capacitación se encuentre en último lugar, superado únicamente por la falta de apoyo institucional y conflictos internos, señala el estudio.

Otra deficiencia detectada se centra en no tener el público meta bien definido (lo que) conlleva a que la captación del mismo no sea la esperada, al tiempo que se desdeña la atención a las minorías, pues “el público meta de los proyectos tiene una fuerte tendencia hacia el público en general con énfasis en los jóvenes (20 por ciento) y adultos (15 por ciento).

Las personas consideradas pertenecientes a poblaciones específicas, por ejemplo con capacidades diferentes, apenas alcanzan 5 por ciento, seguida por los adultos mayores con 4 por ciento y la población en estado de vulnerabilidad o en situación de marginación, con 3 por ciento de las actividades culturales organizadas por los gestores autónomos entrevistados.

El estudio concluye con una recomendación al sector oficial: Brindar espacios de capacitación para artistas autogestivos y personas interesadas en la gestión cultural en general, lo que potenciaría considerablemente este sector.